Hablar de fútbol en León es hablar de la Cultural y Deportiva Leonesa, un club que nació en una reunión en el Casino de León para crear una sociedad que aunara deporte y cultura y que acabó siendo un referente futbolístico provincial y nacional.
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Cien años de vida ... alumbran a esta Cultural, que ha tenido hasta nueve casas, hasta nueve campos, algunos de muy breve duración y algunos de ellos, como el Área Deportiva de Puente Castro, incluso provisionales.
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Dani González
Desde El Parque, que acogió el primer partido hace ahora ya cien años, pasando por Guzmán, San Mamés, el campo del Sindicato de Estudiantes de la Falange ubicado en el actual barrio de Eras o Corredera, protagonizaron unos primeros años inestables de la Cultural hasta que llegó al campo del Ejido, cedido por el Ejército.
Allí se fraguó el ascenso a Primera que se disfrutó en un escenario de leyenda: La Puentecilla. Durante más de 40 años, esta fue la casa de la Cultural, hasta que llegó su demolición, el 'exilio' a Puente Castro y el estreno, en 2001 y en la fase de ascenso a Segunda ante el Xerez del nuevo Antonio Amilivia, hoy Reino de León.
En imágenes, y por periodos concretos de tiempo, esta ha sido la historia de la Cultural.
En 1922, León, en el Casino, crea la Sociedad Cultural Deportiva Leonesa para aunar actos culturales como excursiones o conferencias, con deporte como rugby o tenis, pero también fútbol, que empezaba a tener su peso. Así, el 5 de agosto de 1923, tras una búsqueda de jugadores en muchos clubes como el Victoria Club, la Gimnástica Leonesa, el Regimiento de Burgos, Once Leonés o el equipo de los Padres Agustinos, se forma el primer equipo de la Cultural que jugaría ante el La Salle palentino, con triunfo 3-0, vistiendo camiseta gris y pantalón azul, indumentaria que acabaría mutando en el blanco actual.
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Tras unas primeras temporadas más amateur, en 1928 se funda la Liga de Fútbol Profesional, con la Cultural incluida en Tercera División y, en la primera temporada, asciende a Segunda.
En 1932, su actividad se detuvo, retomada de forma casi testimonial en 1936 - en el campo de San Mamés - hasta que la Guerra Civil lo detuvo todo para que la Cultural volviera a su plena actividad ya en 1939.
En la España franquista, la Cultural partió desde Regional Preferente y resurgió con enorme fuerza: en apenas cuatro temporadas, llegó, en 1942, a Segunda División, donde se mantuvo tres temporadas, pero sin una casa 'fija' con Corredera y el campo del Sindicato de Estudiantes de Falange - en Eras - como escenarios de sus partidos.
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El equipo también brilló en la Copa del Generalísimo y volvió a estar al borde de la desaparición tras un presunto amaño de un partido ante el Albacete en 1948 donde la intervención del Gobernador Civil de León, Carlos Arias Navarro, dio una 'bola extra' a una Cultural, que tuvo que volver a levantarse desde Tercera sin jugadores, directiva ni estadio.
Y la Cultural lo volvió a hacer. La llegada en 1951 de Antonio Amilivia, empresario minero vasco afincado entre León y La Robla, dio un impulso definitivo al club. Nada más llegar, llevó al equipo a Segunda División (1952) y creciendo más y más. Hasta que todo culminó en la temporada 1954-55 cuando, el 11 de abril en El Ejido, la Cultural ganaba al Real Avilés (3-2) para ascender a Primera.
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Fue un ascenso efímero, ya que el periplo en Primera apenas duró una temporada, pero dejó grandes momentos como los triunfos ante Hércules y Valencia o grandes partidos como el firmado ante el Real Madrid en la capital de España, donde los blancos recurrieron a Di Stéfano para remontar el gol inicial de Vallejo.
Además, se inauguró, ante el Athletic, La Puentecilla, el nuevo estadio de la Cultural, un 23 de octubre de 1955 con 27.000 personas en la grada. Esa temporada sirvió para incorporar como filial al Júpiter Leonés, otro equipo de la ciudad. La Cultural volvió a Segunda y a Tercera, y esos años no se olvidarían nunca.
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Los 60 fueron unos años complicados para la Cultural, que estuvo en Segunda hasta 1962 y se marcó el objetivo de volver durante toda esta etapa. Fue una época de mucho derbi ante la Ponferradina y en la que la Cultural estuvo cerca de llegar, de nuevo, a la desaparición.
La aparición en 1965 de los hermanos Fernández Rabanal fue un soplo de aire fresco, dando viabilidad económica y un impulso social al club, además de lograr 'sacar' mucho jugador de la casa. Se pusieron las bases para lo que serían unos fructíferos años 70.
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La buena labor de los Fernández Rabanal, cuyo testigo cogió Ángel Panero, dejó a la Cultural en disposición de volver a Segunda. Un gol de Larrauri ante el filial del Athletic devolvió, en 1971, a la Cultural a Segunda.
Y casi a Primera. Una gran temporada de regreso a la categoría de plata, con ese equipo legendario conformado por los Piñán, Marianín, Ovalle, Zuazaga o Villafañe acabó quinto, pero cayó a Tercera a la temporada siguiente. El regreso fue rápido, estando en Segunda de nuevo en la temporada 1974/75 y sería la última en la categoría hasta 2017.
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En 1977 se creó la Segunda B, lo que complicó aún más la presencia leonesa en Segunda División, un mal o un 'gafe' que duraría más de 40 años.
Esta fue la época más dura deportivamente para una Cultural que no logró encontrar la medida a la Segunda B. Es más, durante cuatro temporadas estuvo en Tercera y sólo una ampliación de Segunda B propiciada por el paso de dos a cuatro grupos hizo que el equipo leonés diera aquel paso.
Los derbis ante la Ponferradina se sucedían, pero también ante otros equipos de la propia capital como El Ejido o el filial de la Cultural, renombrado Cultural de León. Lo más destacado fue la popularización, dos temporadas seguidas, de los amistosos de pretemporada ante un Real Madrid que realizaba su preparación en Cabeza de Manzanera (Ourense) y hacía parada en León.
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El momento más duro fue el fallecimiento de Juanjo García, entrenador del equipo en la temporada 1986/87, a causa de un infarto, y que acababa de lograr el ascenso a Segunda B que se resistía tras cuatro temporadas.
Los 90 sirvieron a la Cultural para asentarse en Segunda B y, tras un breve paso de una temporada, la 1994/95, por Tercera (en la que la humilde Hullera fue el equipo en una categoría más alta del fútbol leonés), los culturalistas se ilusionaron de nuevo con un ascenso a Segunda: fue la fase de ascenso de 1996, 22 años después, la que dejó a la Cultural a las puertas de este salto de categoría.
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El club se convirtió en un habitual de estas fases de ascenso, sin lograr culminar ninguna en esta época, y en octubre de 1998 despidió, con un triunfo 4-1 ante el Barakaldo, a la que había sido su caso durante 43 años, La Puentecilla, para 'exiliarse' al Área Deportiva de Puente Castro hasta 2001 y estrenar el nuevo Antonio Amilivia, ahora Reino de León.
El siglo XXI supuso a la Cultural la 'mudanza' al actual Reino de León, estrenado en mayo de 2011 con un partido de fase de ascenso ante el Xerez (1-0). El club estuvo en diversas fases de ascenso en esta etapa - hasta cuatro en la primera década de los años 2000 -, pero sin llegar a culminar ninguna en un ascenso.
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Además, la Copa del Rey dio grandes alegrías, como las victorias ante equipos de Primera como el Racing, Rayo o Alavés, o midiéndose a otros como el 'Súper Dépor', Athletic o Atlético de Madrid, incluso al Barça de Guardiola ya en 2009. Pero la situación económica era cada vez peor y los fantasmas del descenso administrativo o, incluso peor, la desaparición, estaban en el horizonte.
El inicio de la década de 2010 fue desastroso. El equipo, al borde de la desaparición, cayó a Tercera por impagos. Javier Baena se hizo cargo del club y, tras un primer intento fallido, devolvió a la Cultural a Segunda B en 2013 en una dura eliminatoria ante el Universidad de Oviedo. Pero la deuda seguía siendo importante y el club estaba ahogado.
Una Junta Gestora, encabezada por Felipe Llamazares y Adolfo López, dirigieron el club en estos instantes hasta culminar la llegada de la Academia Aspire catarí en 2015, que dio estabilidad institucional y económica al club. Y, acto seguido, en 2017, la plantilla dirigida por Rubén de la Barrera devolvió a León a Segunda 42 años después, en una experiencia efímera, puesto que el club culturalista cayó al año siguiente.
Sólo una fase de ascenso desde entonces, en 2020 con aquella fatídica tanda de penaltis ante el Sabadell en la semifinal del playoff, y gestas coperas como ver al Real Madrid, Barça y Valencia en León, además de eliminar al Atlético Madrid, marcaron una etapa en la que la Primera RFEF llegó para cambiar la estructuración del fútbol español.
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