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Que la sombra de Rubén de la Barrera en León es muy alargada es algo más que conocido y sabido en el entorno de la Cultural y Deportiva Leonesa. Lo que logró el coruñés, el ascenso a Segunda 42 temporadas después, fue un sueño efímero, ... que tan sólo duró un año.
Desde entonces, el club leonés ha dado tumbos en busca del entrenador ideal para regresar al fútbol profesional, apostando por entrenadores de ese perfil (joven, con gusto por la pelota), otros sin experiencia y con otra idea de juego e, incluso, por un hombre con un buen currículum en la categoría que fue, curiosamente, quién más cerca estuvo de materializar este objetivo.
Han sido seis entrenadores desde aquel descenso en junio de 2018, siendo el último Curro Torres, los que han pasado por León con el objetivo de ser el nombre ideal para alcanzar esa meta. Pero ninguno lo ha logrado.
¿Qué ha sucedido? Lo cierto es que la Cultural, especialmente en los dos primeros cursos tras el descenso, ha contado con un presupuesto potente para alcanzar ese objetivo, algo que no se ha dado en las dos últimas. Pero, más allá de ello, ha llamado la atención los volantazos en cuanto al perfil de entrenador pese a tener, teóricamente, clara cuál debía de ser la idea de juego.
El primero en caer fue Víctor Cea también en diciembre, el 17 de diciembre de 2019, en una situación curiosa: venía de sumar dos triunfos consecutivos y fue cesado tras ganar al Guijuelo (1-0) y al Fabril (1-2). El madrileño había enlazado cinco partidos seguidos sin ganar antes de estas dos victorias y, tras lograrlas, fue destituido en cuarto posición, en puestos de playoff.
Llegó en su lugar José Manuel Aira, que acabó siendo destituido tras acabar quinto, con una última jornada sin ya opciones de playoff. El 20 de mayo fue cesado y, un mes después, tras no encontrar una opción que convenciera a la dirección deportiva, a la que llegó Rícar Pozo, regresó como técnico de la Cultural.
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Dani González
En la temporada de la pandemia, el ponferradino fue el que más cerca estuvo del ascenso. El confinamiento pilló a la Cultural en un mal momento pero, pese a ello, el triunfo ante el Leioa (2-4) les metió como segundo en un playoff donde el Sabadell les apeó del sueño.
El berciano salió y llegó David Cabello, un hombre sin experiencia en la categoría en un año primordial, donde cada punto era fundamental, tras ascender con el Ejido. El malagueño tan sólo duró seis partidos, con nueve puntos logrados, dejando su lugar – de nuevo en diciembre – a Íñigo Idiakez.
El 'efecto Idiakez' se notó en las siguientes jornadas, pero se diluyó con el paso de las jornadas. En 16 partidos, perdió cinco, pero tres fueron en la segunda fase, en la que decidía quiénes iban a playoff y la 'guillotina' de la Cultural no esperó a final de temporada para dar las riendas a Ramón González en las dos últimas jornadas del curso.
González salvó esas dos primeras jornadas dando paso a jugadores de la cantera para construir su proyecto en Primera RFEF con una enorme renovación que empezó con mal pie – derrota en la primera jornada, además en casa – y que nunca estuvo en playoff, con una plantilla que, desde fuera, apunta a tener carencias.
Menos de cuatro meses después del inicio de la temporada, el 'producto' de la casa para ocupar el banquillo de la Cultural ha sido fulminado. El equipo leonés sigue en busca de la persona ideal para devolver la ilusión por el ascenso a la parroquia culturalista, una misión que se ha llevado por delante ya a cinco entrenadores en tres temporadas y media.
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