La velocidad del Abanca Ademar acaba con la resistencia arandina

Semedo se encargó de abrir el marcador y se vio confiado. Suyos fueron los tres primeros goles del Abanca Ademar, que arrancaba con ventajas en el marcador (3-2) y con la incidencia de Feutchmann, titular en el equipo, que se tuvo que retirar unos minutos por molestias en el gemelo.

Pero el arranque fue un espejismo. El equipo leonés no lograba contener el ataque de un recién ascendido como Villa de Aranda, que solo se topaba con Slavic, y disfrutaba de ataques sencillos y lanzamientos sin oposición.

No le gustaba al técnico leonés lo que veía que exigía más defensa a los suyos y con 4-6 en el marcador solicitaba su primer tiempo muerto. Tampoco así reaccionó el equipo, que en un ataque espeso se las tenía y se las deseaba para batir a un inspirado Luis de Vega y permitía que los visitantes se fueran 4-7 en el Palacio.

La reacción local la comandaría un canterano como Gonzalo Pérez, que con tres goles ponía control a la situación (7-7) en el minuto 15. y Feutchmann, ya recuperado hacía el 8-7 y daba la vuelta al marcador.

Ganó en confianza el Ademar y las paradas de Slavic, acompañado de la velocidad, dejaban las cosas 'en su sitio' para que Jaime estableciera el 10-8 y Alberto Suárez detuviera el partido.

Al descanso, el Villa de Aranda seguía con vida, agarrándose al sensacional partido de su guardameta y a que los de Cadenas no estaban teniendo su mejor día.

El decorado cambió en la segunda parte. Tras unos compases iniciales donde el Abanca Ademar amagó con irse en el marcador (16-13) y que Luis de Vega trataba de ejercer la resistencia de su equipo, aprovechando además que los leoneses seguían sin defender (17,16, en el minuto 38), un intercambio de goles fue el principio del fin para los ribereños.

La calidad apareció en el bando local y también su velocidad. Un parcial de 5-0, con la apareción en el juego de Natan Suárez, dejaba casi sentenciado el duelo ante un Villa de Aranda que acusaba su falta de físico y veía como se escapaba el rival 24-18, en el ecuador de la segunda parte.

No puso demasiada oposición el equipo burgalés, ni podía, y en los últimos diez minutos el choque estaba sentenciado (27-19), lo que sirvió para que Cadenas rotara a sus hombres.

La mejor noticia fueron los primeros minutos de Khalifa, en mal estado de forma; y, sobre todo, el primer tanto con el primer equipo del canterano Antonio Martínez, que firmaba el 33-23.

El resultado final de 33-25 deja al Abanca Ademar con cuatro puntos de cuatro posibles y con sensaciones encontradas tras un partido de dos caras.