La reacción llegó demasiado tarde

Esta no ha sido la mejor semana para el Abanca Ademar. Ni mucho menos. El equipo leonés no ha levantado cabeza de su duro traspié europeo en Dinamarca y ha vuelto a caer (27-35) ante un gran Torrelavega.

Los leoneses, sin ideas en ataque, no encontraron soluciones para ver la portería rival y el partido se les fue poco a poco de las manos ante un rival sólido y que supo controlar todos los momentos del encuentro. Solo a raíz de un gran Álvaro Pérez en portería, los maristas protagonizaron un conato de remontada que no llegó a completarse.

El encuentro comenzó con un atinado Saeid y una defensa marista a gran nivel que permitió a los de Dani Gordo tomar la delantera en estos primeros minutos. El buen nivel defensivo y la fluidez del posicional daban a los leoneses un parcial 3-1 en los primeros cinco minutos.

El choque ganó en ritmo y Torrelavega en acierto. Esto equilibró un partido de poder a poder, entre dos de esos equipos que optan al segundo puesto de Asobal que se han batallado en las últimas temporadas Granollers y Bidasoa Irún, pero que maristas y cántabros, junto a Logroño, también quieren.

Lindqvist y Edu Fernández daban soluciones a la primera línea leonesa en estos minutos de ataques rápidos, trepidantes, sin apenas elaboración. El acierto de los lanzadores propició un marcador abultado y un ritmo que Torrelavega aguantó.

Pasaban los minutos y ese vértigo seguía, se mantenía. Se llegaba al ecuador de la primera mitad y el marcador de ambos conjuntos rozaba los 10 goles: todo hacía indicar que, en algún momento, bajaría el ritmo goleador.

Pero no, quizá, de una forma tan drástica. Maristas y cántabros estuvieron hasta cinco minutos sin ver portería. Esto dejó unos guarismos más lógicos para el momento de partido en el que se estaba jugando, pero siempre con el Abanca Ademar por delante o con el marcador igualado.

Todo se rompió en el tramo final de la primera mitad. El Abanca Ademar, en mitad de una crisis de ideas en la primera línea, se encontró con un rápido parcial 0-4 de Torrelavega: los cántabros se ponían por delante (12-15), lograban la máxima ventaja del partido y Dani Gordo tenía que pedir tiempo muerto.

Encontró portería de nuevo el Abanca Ademar por medio de la solución que encontró el técnico marista a su alcance, Rodri Pérez, para poenr fin a siete minutos sin anotar. Pero Prokop y el leonés Isi Martínez estaban pletóricos en estos minutos, fusilando una vez tras otra la meta de Saeid.

Con un problema en el tobillo del propio Isi Martínez y un gol de Rodri para el Abanca Ademar se llegó al descanso con un reto para los leoneses: remontar un partido que se había complicado, como en Dinamarca, en el tramo final de la primera mitad (14-17).

El inicio de la segunda mitad no mejora la imagen marista. Torrelavega, sin el lesionado Isi Martínez, tiró de Prokop y de un gran Tercariol - por encima del 40% de efectividad - en portería para aumentar su renta (15-20) ante un Abanca Ademar que cambió a una defensa 5-1 para tratar de ahogar el posicional cántabro.

Tocó todo lo que pudo Dani Gordo, incluso el cambio de guardián de portería, para meter a los suyos en partido. Pero cada ataque seguía siendo una tortura para un Abanca Ademar que no encontraba cómo dar fluidez a sus acciones ofensivas.

El Abanca Ademar estaba contrariado. No le salía nada, ni en defensa ni en ataque. Algún éxito más encontraba a la hora de frenar los ataques cántabros, con un Álvaro Pérez más atinado que Saeid. Pero la desventaja no bajaba de los cuatro goles.

Pero el atasco ofensivo afectó a todas las líneas maristas. En defensa, el equipo empezó a precipitarse, incluso a excederse en intensidad. La diferencia se fue a los siete goles (19-26) y sólo Álvaro Pérez sostenía mínimamente a los de Dani Gordo.

Y desde Álvaro, el Abanca Ademar se levantó. Con Carlos Álvarez como líder en ataque, siendo casi infalible en sus lanzamientos, y el joven meta vallisoletano tocando más y más balones, el marcador se apretó. Prokop, por su parte, fue el encargado de evitar la remontada marista.

Peleó el Abanca Ademar. No se sabe si por corazón, orgullo, coraje, garra... o por qué. Pero los leoneses encontraron portería con mucha más facilidad. Aun así, ante la opción de ponerse a dos goles a falta de siete minutos, Tercariol, de nuevo, se hizo gigante ante Benites.

La reacción llegó tarde para el conjunto marista. Torrelavega se llevó la victoria ante un Abanca Ademar que perdió demasiado terreno entre el final de la primera mitad y el inicio de la segunda como para después recuperarlo. Lo que sí tendrá que recuperar es la moral para recibir el martes al GOG (20:45 horas) y vengar la derrota de hace tan solo cuatro días.

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