Mario López: «Quiero pensar que la dureza de Cuenca no fue premeditada»

El extremo leonés, autor del último gol del partido que resultó crucial para la victoria, ha reconocido que «nunca había visto un nivel defensivo parecido y, en muchas acciones, antideportivo, con golpes a destiempo y cebándose especialmente en una de las referencias ofensivas como David Fernández quizá intentando quererle sacar del partido a base de golpes«.

De hecho, López ha comparado la agresividad del conjunto castellano-manchego con el que también tuvieron que soportar unos días antes en la ida de la tercera eliminatoria de la Copa EHF ante el Balatonfüredi KSE húngaro.

«Son dos partidos con similitudes porque también los húngaros fueron muy duros en defensa con la permisividad arbitral y está claro que los rivales saben de nuestras características de juego rápido de uno contra uno y pueden buscar, como arma, el emplear una dureza excesiva», ha afirmado.

En todo caso, según el capitán ademarista, el equipo leonés supo mostrar «carácter para no arrugarse, porque aunque es una plantilla joven, hay jugadores que ya han sabido afrontar muchas batallas en todas las competiciones«.

El triunfo en el pabellón El Sargal, según el extremo supone «dar un paso muy importante hacia el primer objetivo de estar en la Copa Asobal», también de motivación para buscar la remontada europea ante el equipo magiar «en un partido muy ilusionante porque permitiría disputar una fase de grupos ante grandes rivales».

La victoria ante Cuenca permitirá, además, que Abanca Ademar se pueda jugar el martes 26 en su pista el liderato de la Liga Asobal ante el invicto FC Barcelona «algo impensable y un sueño el poder auparse, caso de dar la sorpresa, al menos por una jornada al primer puesto, algo a lo que no han estado ellos acostumbrados en los últimos años».

Sobre la última acción del partido ante Cuenca, donde consiguió el vigésimo segundo gol leonés que casi garantizaba el triunfo, López ha relatado que «Gonzalo -Carou- con una mirada vio la posibilidad de aprovechar el hueco dejado por el extremo rival y después había que meterla sí o si ante un portero como Leo -Maciel- acostumbrado a ganar partidos en los últimos instantes».