Balonmano | Ademar

La apisonadora del Palacio

La fortaleza del Abanca Ademar en su casa es incuestionable. Le costó hacerse fuerte en su exilio a Astorga, sumando tres empates (Puente Genil, Nava y Granollers) en el Felipe Miñambres, pero en el Palacio, exceptuando la visita del Barça, cuenta sus partidos por victoria.

Más allá de ganar, cabe destacar el cómo de esos triunfos. No sólo es que el Abanca Ademar se muestre insuperable en el Palacio de los Deportes, a pesar de las complicadas condiciones a la que se enfrenta cada fin de semana: el equipo marista vapulea a sus rivales.

Pese al frío, a que una pared del pabellón no existiera, a la suciedad de la pista… la velocidad de los de Dani Gordo es total: de las siete victorias cosechadas en casa, cinco de ellas han sido por más de diez goles de diferencia.

Y, en especial, las tres últimas ante Anaitasuna (38-23), Sinfín (37-24) y la de este fin de semana ante un buen rival en horas bajas como es Cuenca (37-27). A ellas se suman los dos triunfos en el regreso al Palacio en el mes de octubre y noviembre ante Cangas (39-27) y Puerto Sagunto (35-23).

Todas ellas tienen como denominador común la defensa, encajando pocos goles y pudiendo golpear al contragolpe. Sólo el Barça, que llegó a los 39 goles, y Benidorm (37-32), superaron la treintena de tantos en el Palacio de los Deportes, donde la defensa está siendo un pilar importante para explicar este gran momento ademarista.

Las opciones europeas del Abanca Ademar pasan, en buena medida, por mantener esa inquebrantable solidez, esa autoridad casi dictatorial, en un Palacio de los Deportes 'a medias' que, sin embargo, está cobijando a una de las mejores versiones de las últimas temporadas del club leonés.