El Abanca Ademar saca su peor cara para salir vapuleado de casa del colista

Encajando más de 40 goles y con una desventaja superior a los diez tantos, el despropósito marista en la ciudad gallega fue total: ni solidez defensiva, ni orden ofensivo ni acierto en el lanzamiento. Todo esto se unió para ver el peor partido, de largo, de los de Cadenas este curso.

Desde el inicio, Cisne, que jugaba prácticamente una final para seguir con vida en la lucha por la permanencia, demostró todo lo que se estaba jugando. Los gallegos salieron a plantar cara a un Abanca Ademar con un importante parte de bajas al que se sumó David Fernández.

Empezó francamente mal el cuadro leonés que, pese a ello, mandaba de forma testimonial en el marcador. Cisne encontraba con facilidad a los extremos y al pivote y el intercambio de goles era cada vez más intenso.

Pero el Abanca Ademar no parecía estar preciso en ataque. Franzini, el meta local, empezó a tomar protagonismo, cercenando las opciones de gol de los maristas y dando alas a un Cisne que logró una ventaja de dos goles.

La neutralizó rápidamente el cuadro leonés, pero fue tan sólo un espejismo: los de Cadenas no estaban funcionando ni en defensa ni en ataque. Mateo Arias estaba siendo un auténtico tormento para la defensa leonesa y en ataque los errores y las impreciosiones, unidas al gran momento de Franzini, complicaron el partido enormemente al Abanca Ademar.

La desventaja leonesa llegó a los seis goles. Los tantos caían en el marcador favorable a los pontevedreses de forma, aparentemente, sencilla, mientras que los maristas sufrían para anotar cada gol.

Sin excesivas alternativas en el banquillo, los leoneses fueron imponiendo su calidad para recortar distancias e irse al descanso (19-15) aún vivos en un partido que se estaba complicando sobremanera.

La reanudación del partido no fue excesivamente positiva para un Abanca Ademar que siguió sufriendo notablemente en ataque, con enormes dificultades para batir a un Franzini en un gran estado de forma.

Los pontevedreses volvieron a lograr su máxima ventaja del partido, siete goles (24-17) en una novela que estaba convirtiéndose en thriller para un Abanca Ademar impotente en defensa y desesperado en ataque.

Lejos de dar pasos hacia la remontada, la grieta defensiva era tan enorme que la mejoría en la transformación de jugadas no tenía efecto en el marcador. La desventaja crecía, hasta los ocho goles (30-22) con sólo un cuarto de hora de juego por delante. El pronóstico del partido era muy oscuro para los de Cadenas.

Y los augurios se cumplieron y el final de partido fue una pesadilla para el Abanca Ademar, para el peor Abanca Ademar de la temporada. Con más diez goles de desventaja y por encima de los 40 goles encajados, el despropósito de partido realizado en Pontevedra se completó con una derrota sonrojante.