Ayuno intermitente (III): ¿Cómo empezamos el ayuno?

Una de las ventajas de este protocolo es que ayuda a distinguir entre los dos tipos de hambre que existen.

Las diferencias entre el hambre real y el emocional son sencillas, aunque en el momento se pueden confundir. Tamara ofrece una serie de características para conocer si lo que tenemos en cada momento es real o emocional.

Hambre real

Se va gestando con el tiempo.

Produce una sensación de vacío en el estómago.

Aparece cuando hace horas que has comido y desaparece cuando estas satisfecho.

Comes por necesidad física.

No hay sentimiento de culpa

Hambre emocional

Es repentina y no obedece horarios.

Produce una necesidad de alimentos de alta palatabilidad, o muy dulces o muy salados.

No puedes parar de comer.

Crea sensación de culpa y arrepentimiento.

Para romper el ayuno intermitente con seguridad y «evitar que haya descarga de glucosa», hay que introducir alimentos que no rompan este eje. En este sentido, la nutricionista explica que se deben introducir en la dieta «alimentos ricos en agua, en fibra y evidentemente no ricos en azúcar ni procesados».

Después de estos alimentos «aumentamos paulatinamente la densidad calórica de los alimentos, y podemos meter hidratos de carbono de alta calidad como las legumbres». Y finalmente, ya se podrán introducir alimentos de alta cantidad proteica.

No hay que olvidarse de que «la hidratación es importantisima durante y después del ayuno para evitar la perdida de sales».

Para cualquier sugerencia, duda o interés concreto os esperamos en degustaleon@leonoticias.com No dudéis en contarnos vuestras experiencias o preguntas para nuestra nutricionista, así como sugerencias para nuevos temas que sean de vuestro interés.