El detenido, trasladado por la Guardia Civil. RC

El expreso paquistaní asesinó a los tres hermanos un mes antes de que hallaran los cadáveres

La Guardia Civil cree que Chouhdary, que este miércoles fue enviado a prisión tras reconocer los hechos, tuvo uno o dos cómplices en el crimen| El asesino ha revelado que usó una barra para acabar con la vida de los Gutiérrez, pero no ha desvelado el lugar dónde escondió el arma

Miércoles, 24 de enero 2024, 10:30

Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, el asesino confeso de los hermanos Francisca Amelia, Ángeles y Pepe Gutiérrez Ayuso, mató sus tres víctimas el domingo 17 de diciembre del pasado año, un mes antes de que sus cadáveres aparecieran el jueves 18 de enero semicalcinados en su ... casa de Morata de Tajuña, en Madrid.

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Así consta en los atestados remitidos al titular del Juzgado de Instrucción 5 de Arganda del Rey, en Madrid, quien ordenó este miércoles la prisión provisional comunicada y sin fianza por tres delitos de homicidio para el paquistaní.

En esas diligencias enviadas por la Guardia Civil al magistrado Pablo Izquierdo y en el auto de prisión de Chouhdaru –documentos todos ellos a los que ha tenido acceso en exclusiva este periódico- se revela que el paquistaní, que asegura que mató a sus víctimas a golpes con una «barra» que todavía no se ha encontrado, podría haber tenido cómplices en el crimen. «Podría haber estado acompañado, en la comisión del hecho punible, de una segunda o tercera persona», afirma textualmente el juez. La existencia de posibles cómplices hasta ahora no había sido confirmada oficialmente, aunque diversas fuentes ya habían apuntado esta dirección.

Chouhdary, tras su primera confesión la noche del domingo y parte de la mañana del lunes, dejó de colaborar con los investigadores por consejo de su abogada, llegando incluso a desdecirse para no autoinculparse formalmente por el crimen. Sin embargo, este miércoles, ante el instructor sí que volvió a reconocer «la autoría de los hechos» y «ratificó en lo declarado ante la Guardia Civil» en un principio, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que precisó que la «calificación penal» de tres delitos de homicidio es «inicial y podría modificarse según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial».

De vuelta a Estremera

Así las cosas, el asesino ingresó este miércoles en la cárcel madrileña de Estremera -la misma en la que estuvo entre febrero y septiembre de 2023 por golpear en la cabeza con un martillo a Francisca Amelia- sin desvelar gran parte de los detalles del triple homicidio. De hecho, el juez, tomó la decisión de enviarle preventivamente a prisión, no son por el riesgo de fuga y la gravedad de los delitos, sino por «la posible alteración y/o destrucción de pruebas».

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En su auto de prisión, el magistrado Izquierdo insiste en que considera muy «presente» ese riesgo de destrucción de pruebas, máxime cuando «el investigado ha dejado algunas lagunas en su declaración». El juez cita en concreto que el paquistaní no ha revelado «localización del arma con que se cometió el delito» ni «qué utilizó para prender fuego a las víctimas, sin que pueda considerarse creíble que empleó solo un mechero».

El instructor insiste en que Chouhdary sobre el paradero de arma que usó para el crimen «solo ha ofrecido explicaciones algo vagas sobre el lugar donde arrojó la barra que dice que empleó».

Y es que –apuntan los responsables de Homicidios del instituto armado- Chouhdary dejó de colaborar tras relatar, a veces con contradicciones, solo algunos extremos de la película de los hechos, porque la mayor parte del tiempo en que sí colaboró se centró en explicar que el móvil de los asesinatos fue la venganza por la negativa de Francisca Amelia a devolverle los 50.000 euros que les había prestado tras vender su locutorio de Arganda del Rey a cambio de recibir esa cantidad con enormes intereses una vez los hermanos Gutiérrez cobraran los 7 millones de euros de la herencia de los falsos militares norteamericanos que habían conocido por Facebook.

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A golpes

Las autopsias han revelado que los tres hermanos fallecieron por numerosos golpes con un gran objeto contundente y alargado, dictamen que podría coincidir con la barra que dijo el paquistaní que uso. Este arma -recordaron mandos de la investigación- todavía no ha sido hallada pese a los registros minuciosos en el escenario del crimen y en la habitación del piso de Arganda donde se había mudado el sospechoso tras quedar en libertad el pasado septiembre por golpear con un martillo a Francisca Amalia en febrero de 2023. Los especialistas de la Guardia Civil no descartan que esa barra esté en poder de terceras personas o estos supuestos cómplices fueran los encargados de deshacerse del arma y por eso Chouhdary habría dado explicaciones confusas para encubrir a este cómplice.

Lo que sí creen seguro los investigadores es que el paquistaní el 17 de diciembre entró en la casa de sus víctimas usando la llave que guardaba de los meses en que durante 2022 e inicios de 2023 fue inquilino en casa de los Gutiérrez, entró por sorpresa al inmueble para asesinar a sus víctimas.

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El pasado 19 de enero la Guardia Civil ya obtuvo autorización judicial para realizar unas diligencias que espera sean claves para aclarar los detalles que quedan por cerrar del homicidio, particularmente si Chouhdary pudo contar con ayuda y dónde pudo acabar la barra usada en el triple homicidio. Se trata de la petición a las compañías móviles del «tráfico completo de conexiones a los repetidores que dan cobertura al lugar en el que sucedieron los hechos», así como el «tráfico completo de llamadas y conexiones a repetidores de los teléfonos» de los que eran usuarias las dos hermanas (Pepe Gutiérrez, que era discapacitado mental, no tenía móvil) y del propio asesino confeso.

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