Viajar 60 kilómetros para ducharse: una familia leonesa amenaza al seguro por estar una semana sin agua

El miércoles 20 de noviembre una avería subterránea en la casa de M. I. A. afectó al suministro de agua en la vivienda. El garaje, en la parte inferior de la casa, comenzó a presentar unas considerables goteras a través de las que se vertía el agua fugada por la tubería afectada, que se encuentra justo debajo de la puerta principal, por lo que tuvieron que verse obligados a cortar el suministro.

Lejos de quedarse en unas goteras en la cochera, el agua comenzó a salir entre el parqué del salón, quedando totalmente afectado al igual que el pasillo de entrada y el techo de la cochera. También sufren cortes de luz en el garaje debido a que una de las bombillas que alumbran la zona se inundó de agua, por lo que les saltan continuamente los plomos de casa y tienen afectados, por añadidura, varios enchufes. Por ello, dadas las condiciones en las que se encontraba la casa, decidieron avisar al seguro de su casa, donde les dieron un «parte de urgencias».

Pero más allá de eso, nada hicieron por esta familia de Huerga de Gordón, donde tuvieron que esperar una semana exacta, hasta el jueves 28 de noviembre, para que fuese un fontanero a revisar de dónde provenía la avería y la posible solución, aunque sólo hicieron lo primero. «Nos dijeron que la fuga venía de una tubería de agua caliente», explica M. I. A.. De ahí que les mandasen comprar una especie de tapón para colocarlo en el termo eléctrico que les proporciona el agua caliente para bloquear el circuito y evitar más fugas hasta que la ruptura esté solucionada. Y ahí se quedó la cosa. «Aquí no viene nadie más», denuncia poniendo el foco sobre todo en que necesitan medidas urgentes para que puedan seguir cuidando de su niño pequeño.

Desde el jueves 21 hasta el 28 de noviembre, esta familia se vio obligada a hacer uso de la fuente del pueblo, a la que iban a recoger el agua con calderos con el objetivo de subsanar parte de las labores caseras que no podían hacer. «Gracias a Dios que vivimos enfrente de la fuente y nos facilitó hacer eso», advierte, si bien para ducharse tenían que recorrerse más de 60 kilómetros en coche ida y vuelta hasta León, «porque es donde viven mis padres».

«Estuvimos una semana entera sin agua», incide esta leonesa, que se pregunta si el seguro se limitará a arreglarle la parte que van a tener que picar para acabar con la fractura de la tubería o, sin embargo, le cambiarán todo lo dañado. «Espero que cuando vengan y piquen para acabar con la avería no arreglen solo eso, sino que se pongan con el parqué del pasillo afectado y del salón», señala. Sus reclamaciones, dice, no tienen efecto alguno: «Cuando llamo a gerencia de seguros me dices que les llame telefónicamente y cuando lo hago me tienen 20 minutos esperando y escuchando música», se queja, «y cuando me cogen me contestan mal».

A eso se suma que, según relata, el seguro ha declinado continuar el caso con cierta rapidez «como tenemos agua fría no consideran urgente que nos falte agua caliente».

Una semana sin agua para una familia con un niño pequeño es peligroso, pero lo es aún más cuando hablamos a finales del mes de noviembre y al norte de la provincia leonesa. «No me quejo de los daños materiales, no son excesivos, yo me quejo de que llevamos más de una semana sin agua caliente y con niño pequeño y parece que no le importa a nadie», comenta frustrada mientras denuncia la situación que la familia está viviendo.

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