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La pedanía de Sorriba del Esla, perteneciente al Ayuntamiento de Cistierna y segundo pueblo de mayor población del municipio denuncia que la «parálisis administrativa» por la falta de secretario se une a la «dejadez» por parte de los servicios municipales. Uno de los problemas más graves que presenta la localidad es el estado de una vivienda en ruinas situada en la calle principal en la que «cada poco hay un nuevo derrumbe».
Según el pedáneo Jesús Ángel Rodríguez, los vecinos llevan «años esperando que se solucione el problema». Aunque reconoce que los trámites al tratarse de un tema de herencias son «muy tediosos», cuando la nueva junta vecinal tomó posesión «solo falta una firma que, un año después, sigue sin producirse y el riesgo ahí sigue».
Otro problema que asola la localidad es el nombre de las calles y la numeración de las viviendas. Los trámites comenzaron hace una década tras un concejo para aprobar los cambios. «La anterior Junta Vecinal inició las gestiones pero cuando llegó al Ayuntamiento se paralizó todo. Ahora hemos vuelto a presentar la documentación con todas las referencias catastrales y el número que corresponde para adelantar trabajo, pero nada, las cartas y los paquetes no llegan, situación mucho más grave cuando se trata de una ambulancia, o los bomberos, como se vivió en verano cuando no encontraban una urgencia», apuntan.
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Ana G. Barriada
Al tiempo, denuncian desde la Junta Vecinal que otro problema fruto del «estancamiento administrativo» es la pérdida de subvenciones tanto de la Diputación como de la Junta para, por ejemplo, lograr la cesión de las escuelas como sí ha ocurrido en otras localidades.
Además, indican que en el pueblo hay una vivienda propiedad de Adif cedida al Ayuntamiento sin uso y abandonada que ya ha sufrido varios conatos de incendio además de haber sufrido vandalismo: «Los trabajadores municipales taparon las ventanas, pero no la puerta y siempre está abierta, un día vamos a lamentar una desgracia», advierte el pedáneo, que pide soluciones para dar el mejor servicio a los vecinos y mantener la vida en los pueblos de León.
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