La Robla contará con un proyecto pionero de biomasa y e-metanol verde con una inversión de 439 millones

De la mano de Incus Capital, Reolum y Tresca, esta iniciativa contará con una inversión de 439 millones de euros y se empezará a construir en el segundo semestre del año 2024.

El proyecto está formado por Roblum y La Robla Nueva Energía, dos plantas que, en un proceso integrado, lograrán simultáneamente la generación energía limpia y la producción de e-metanol verde.

Para la construcción, que durará aproximadamente dos años, se requerirá de unos 450 trabajadores -con picos de 800- y a su conclusión se consolidarán 100 puestos de empleo industrial y 90 más operadores que garanticen la actividad.

El objetivo final será obtener una producción de 400 GW por hora al año, 34 toneladas de MW en la red de calor y 100.000 toneladas al año de e-metanol verde. Además, aportará 16 millones de euros anuales en ingresos al sector agrícola y logístico del entorno de La Robla.

Su puesta en marcha se espera para la segunda mitad del 2026 o principios del año 2027.

Una de las partes del proyecto lleva por nombre 'Roblum'. Se tratará de la primera planta del mundo que genere energía verde con balance energético negativo en carbono.

Esto será posible porque el CO2 que se origina en el proceso de convertir biomasa en energía se captura y almacena para el uso en la producción de e-metanol verde.

Se espera recoger cada año 290.000 toneladas de biomasa procedente de los excedentes de paja de maíz, centeno y colza, obtenido en buena parte en la zona del Páramo leonés.

La segunda parte del proyecto contará con la mayor planta de e-metanol verde de Europa. El CO2 extraído de la planta de biomasa se mezclará con el hidrógeno verde para dar lugar a un nuevo producto neutro en emisiones.

El metanol es un componente básico del plástico. Obtener una solución más ecológica, como la que pretende poner en marcha La Robla Green, resultará clave para salvaguardar las economías de aquellas factorías que requieren de gran uso de plástico. Por ejemplo, Lego está a punto de sacar una línea de piezas 'verdes' que se realizarán con este producto químico.

Entre los usos que se explorán se encuentran los sectores químico, farmacéutico o cosmético, con especial salida en el mercado europeo a través de Alemania. También se están diseñando buques de transporte de mercancía que tengan en el e-metanol su principal fuente de combustible.

Los promotores de La Robla Green contemplan tres posibles vías para el suministro de hidrógeno verde, necesario para la obtención del e-metanol.

La primera opción sería el futuro proyecto de La Robla HUB, aún en el aire; también se contempla la nueva red de hidrógeno europeo que tendría un ramal a solo dos kilómetros de la planta; y si ninguno acabara de desarrollarse en los tres próximos años -tiempo necesario para la puesta en marcha del proyecto- se optaría por tramitar una planta propia dentro de este complejo.

La nueva planta ha descartado su ubicación sobre los terrenos en los que se levantaba la extinta térmica de La Robla debido a la falta de superficie en este suelo. Por ello, el complejo se llevará al entorno del polígono industrial El Crispín.

La financiación prevista, hasta los 439 millones de euros, requerirá de créditos bancarios -en un 70 u 80 por ciento- y el resto corresponderá a fondos propios de los promotores. Del presupuesto total, 175 millones serán para la planta de biomasa y el resto para la de e-metanol.