Imagen de la sesión del juicio celebrada este jueves. I.S.

Las pruebas confirman que Paula fue apuñalada «mientras estaba de pie y por la espalda»

Guardia Civil y médicos forenses realizan las declaraciones de la investigación del caso en las que confirman que la huella de la puerta corresponde al acusado, que en su ropa había sangre de Paula y en el mango del cuchillo con el que se apuñaló a la víctima ADN de José Carlos

I. Santos

León

Jueves, 19 de octubre 2023, 14:52

La sangre en la habitación, la posición del cuerpo y las tres puñaladas muestra que Paula fue atacada «por la espalda». Las declaraciones siguen en la Audiencia Provincial de León en relación al crimen que se cometió el pasado 19 de abril de 2021 en ... Mansilla de las Mulas. En esta jornada han declarado diversos peritos e investigadores que participaron en el caso y entre ellos la persona que realizó el primer informe del estado de la vivienda y el cuerpo.

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El varón, agente de la Guardia Civil, ha mantenido que una de las habitaciones «estaba completamente destrozada y a conciencia». Una declaración que se ha desarrollado mientras en la pantalla de la sala se mostraba el informe con todas las fotografías aportadas. En él se puede ver la segunda habitación de la vivienda donde la cama estaba volcada y todo revuelto. La siguiente imagen muestra el cuerpo de Paula sobre el suelo de la habitación, uno de los momentos más duros, sobre todo para la familia de la joven. Por su parte, el acusado se ha mantenido tranquilo y, aparentemente, sin prestar atención ni a las imágenes ni a la declaración con la mirada al frente de la sala y en ocasiones con los ojos cerrados.

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Las siguientes imágenes se correspondieron a las heridas y el mango del cuchillo que se encontró en la habitación y que coincide «a la perfección con el juego de cuchillos que había en la cocina». La habitación de Paula también estaba destrozada y «se encuentran manchas de sangre en diferentes zonas de las que se extrae una muestra para poder analizarlas».

«Por la espalda»

La Guardia Civil solicitó que se quitase la ropa del acusado, que en aquel momento ya había confesado el crimen, para enviar todo a criminalística. «Se confirmó que la huella de la puerta de la entrada coincidía con las zapatillas que llevaba en aquel momento y que en la ropa había transferencia de sangre de Paula», explicó el agente de la Guardia Civil en su declaración. También confirmó en este sentido que «la puerta de entrada fue dañada anteriormente, porque para poder cerrar la puerta tenía un trozo de madera de una reparación«, responde el testigo a preguntas de la letrada de la acusación.

El letrado de la defensa se centró en algunas manchas de sangre «estrelladas» al lado del cuerpo sin vida de Paula, que el agente de la Guardia Civil explicó cómo «de goteo y de haber caído al suelo de manera vertical». Al ser preguntado si pudo ser apuñalada en el suelo el agente insistió: «Si la apuñalan y se levanta podría ser, pero no lo creo. La hipótesis es que estaba de pie y la apuñaló por la espalda. Las gotas que hay al lado del cuerpo es lo que muestran».

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ADN del acusado en la víctima

Las médicas forenses comienzan una completa declaración con duras imágenes proyectadas en la sala. El letrado de la defensa pregunta si hubiera la posibilidad de que algún objeto estuviera en medio o si durante la agresión estuvieran cara a cara. «Las puñaladas se dan por la espalda y ella no tiene lesiones defensivas lo que evidencia que no fue cómo propone, ella estaba de espaldas al agresor». En este sentido, y al ser preguntadas por la defensa en relación al alcohol en sangre de Paula, han remarcado que «con esa cantidad el 50% de la población puede manifestar signos de ebriedad». Una situación que «no afecta en el daño de las heridas, si puede ser que estemos hablando de una persona más vulnerable y que tuviera más dificultades para defenderse o escapar de la agresión«, matiza una de las forenses.

Además, en relación a los análisis de ADN han confirmado que «en las manos de la víctima no hay ADN de otro hombre que no sea José Carlos» y remarca que también hay ADN del acusado en el mango del cuchillo con el que se apuñaló a la víctima.

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Las médicos forenses han asegurado que hay daños y lesiones en el cuerpo de Paula que fueron previos al asesinato, en este sentido se les pregunta por una lesión craneal que fue causada «por un puñetazo o con el hecho de golpearle la cabeza contra una pared o el suelo».

«Descarga la responsabilidad en la víctima»

En relación a la personalidad, el posible arrepentimiento de los hechos o la capacidad de discernir el bien y el mal del acusado, ambas médicas han coincidido que no hubo brotes psicóticos previos ni en la noche de los hechos en José Carlos, mantienen que fue perfectamente consciente de todo y aseguran que «la memoria no es selectiva y él no tiene ningún problema».

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En el análisis realizado en prisión tras los hechos en base a su situación las médicas forenses realizaron un informe en el que aseguran que el acusado «descarga la responsabilidad en la víctima y la culpa a ella, dice que 'ha perdido la vida' y 'me ha jodido la vida' y por respeto a la víctima hay otras cosas que no hemos añadido», mantiene la médico.

Obsesión y control

Otro de los testigos y peritos que han pasado por la sala donde se está celebrando el juicio por el crimen de Paula fue uno de los agentes de delitos tecnológicos de la policía judicial. El varón fue encargado del análisis de dos móviles de la víctima y otro del acusado y explica que durante el mes de abril se realizaron, desde el móvil del acusado, diferentes búsquedas de aplicaciones para acceder a teléfonos móviles ajenos y el control o hackeo de redes sociales. De los móviles de Paula no se pudieron extraer datos para la investigación. «Cuando se hace la extracción física de un terminal se logra un informe, ahí vimos que figuraba el móvil de Paula. Y eso nos pareció muy raro. En el momento del crimen la cuenta de WhatsApp era la del acusado, pero no se descarta que hubiera usado la de Paula con anterioridad», explica.

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«No había brote psicótico»

La médica de guardia que estaba en urgencias en Mansilla de las Mulas acudió esa noche al domicilio de Paula, al ser requerida por la Guardia Civil. «Allí comprobé que la víctima estaba muerta, estaba tumbada en el suelo en pijama y le salía algo de sangre por la boca», relata la testigo.

Tras la confirmación de la muerte de la joven, fue requerida en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad leonesa donde se encontraba el hoy acusado con su padre y algunos agentes. «A mí me llama el 112 que había hablado con la Guardia Civil y nos piden que vayamos al cuartel por una crisis de ansiedad«, asegura la médica que mantiene que »el acusado tenía la respiración normal, estaba consciente y colaborador«.

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La testigo niega que en ese momento hubiera algún tipo de brote psicótico y asegura que «con los medios que yo tengo y en el tiempo que estuve con él lo que diagnóstico es una crisis de ansiedad por el hecho que había ocurrido. Las constantes estaban bien y no había brote psicótico«.

Otros testigos

A lo largo de la jornada, han pasado por la sala numerosos testigos llamados por las diferentes partes. Dos de ellos, vecinos de la localidad de Mansilla de las Mulas confirmaron conocer a la víctima y al acusado «del pueblo». Uno de ellos, amigo del padre de Paula mantuvo a lo largo de su declaración que tenía una buena relación con la joven: «No puedo decir que, como su padre, pero el trato era fenomenal. Paula era muy buena niña, era muy generosa».

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El letrado de la defensa de José Carlos intentó de diversas formas que el testigo asegurase que no eran pareja y acudían al local como «otros amigos», pero el varón acabó confirmando que el acusado era la pareja de Paula, «aunque había veces que rompían y volvían, pero ella me dijo que estaba saliendo con él».

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