Los Payuelos consiguen su objetivo: 1.200 piezas de queso para reflotar la tradición

Aunque el objetivo de llegar a las 2.000 piezas sigue en pie, el principal reto está conseguido. «Lo principal era dar un empujón y poner en el mapa Los Payuelos y lo hemos conseguido, la respuesta de la gente ha sido abrumadora y esto es un aliciente para seguir apoyando a los pequeños negocios», apunta con alegría Valbuena.

A falta de más de una semana para terminar la campaña, la expectativa es llegar a las 1.500 piezas «casi seguro» y muy probablemente alcanzar las 2.000.

La iniciativa, que funciona como una campaña de crowdfunding, de momento ya ha conseguido recaudar 54.000 euros, una cantidad que «nos da un respiro después de meses muy duros y nos permite seguir trabajando pero que ante todo ha conseguido que lleguemos a mucha gente y fidelicemos clientela y no solo a particulares, sino sobre todo distribuidores que quieren trabajar regularmente con nosotros y nos permitirán salir a flote», explica Fran todavía abrumado por la respuesta social.

Además de las compras -ya de por sí símbolo de apoyo al comercio local, de proximidad y tradicional- el feedback de los usuarios de Twitter y Facebook ha sido «insuperable». «Después de meses a cero, comiéndonos la cabeza para ver cómo sacábamos esto adelante, la respuesta y el cariño de la gente ha sido un diez», agradece Fran, que termina la conversación con un simple «no podemos estar más felices».

Una respuesta que se traduce en miles de hogares que ya esperan su pieza de Pata de Mulo a lo largo y ancho de la provincia de León y que también alcanza a vallisoletanos, burgaleses, salmantinos y madrileños que se han interesado por la iniciativa y por este queso tan tradicional como desconocido que ha valido a los hermanos Vázquez premios tan prestigiosos como el primer puesto en su categoría en los World Cheese Award -los llamados Óscar del queso- en 2013.

Más de 1.200 piezas que con mimo, cuidado y respeto Teresita y Fran ya preparan en su quesería de Sahelices, con un clima y entorno idóneos para la maduración de estas piezas de leche de oveja, y que simbolizan un auténtico salvavidas para mantener la tradición quesera de Los Payuelos a flote.