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Corría el año 2012 cuando la oportunidad que Francisco había estado años esperando llegaba: una quesería de León buscaba dueño. Fidel, un pastor de Sahelices del Payuelo, había puesto en marcha el negocio hacía más de 30 años, y entre idas y venidas había acabado cerrando.
La llamada de un compañero de estudios de Fran lo cambiaría todo. «Fidel me abrió las puertas del cielo, en 2012 mi hermana Teresita y yo cogimos la quesería y pude cumplir mi sueño».
Un sueño que a base de leche recién ordeñada, con grandes cantidades de producción y una calidad excelente, Teresita, Fran y su mujer hacían realidad elaborando, entre otros, el tradicional Pata de Mulo.
Pero llegó 2020 y con él una pandemia que haría tambalear los cimientos del negocio. «Hace tres años nos embarcamos en una reforma para la que hicimos una inversión muy grande de la que todavía no nos habíamos recuperado cuando llegó la pandemia y nos machacó».
Y es que el cierre intermitente de la hostelería, que recibía el 80% de su producción, a lo largo de más de un año, fue la puntilla para los hermanos.
En esas estaban en 'Los Payuelos' cuando entra en escena la figura de Rubén Valbuena, quesero de profesión y propietario de la plataforma onlineQuesería Cultivo. «Hace unas semanas vino a visitarnos porque somos amigos y después de contarle la situación nos dijo que era el momento de hacer algo».
Tras publicar un post en Facebook contando la historia de Francisco y Teresita la respuesta ha sido «abrumadora, tanto de compañeros de gremio como de gente que quiere ayudar». El objetivo, llegar a vender 2.000 unidades de su queso Pata de Mulo, que se elaborará entre abril y mayo y que, tras cuatro meses de maduración, se enviará a los domicilios la segunda semana de septiembre de 2021.
El origen del queso Pata de Mulo está íntimamente ligado al sur de la provincia de León, aunque también es tradicional de Valladolid y algunas partes de las provincias de Zamora y Palencia.
Su nombre, según explica Fran, viene dado por su forma. Se dice que los ganaderos de León y Valladolid ordeñaban las ovejas y vertían la cuajada en moldes llamados de anguilla o encella que tenían una forma similar a un bate de béisbol hueco. «El aspecto final del queso cuando lo sacaban tenía forma y color similar al de la pierna de un mulo, de ahí el nombre», explica Fran.
Tras años de escasa producción, en los años 80 del siglo pasado Pedro Quiñones lo recuperó. «Es un queso difícil de hacer porque tiende a rajarse, se seca... nosotros lo hacemos curado gracias a que contamos con una quesería con una especie de efecto bodega o cueva en el que se produce muy bien».
Este queso de oveja curado, que ha sido galardonado con diversos premios nacionales e internacionales, es la especialidad de Los Payuelos. «Está riquísimo y es muy agradable de comer», asegura Fran.
La recaudación de las piezas, de más de 2 kilos y a un precio de 45 euros, irá a parar íntegramente a los hermanos. «De esta forma tendremos un aliento con el que estabilizarnos y seguir produciendo porque en este oficio los beneficios del trabajo no llegan hasta meses después, cuando el queso está listo para venderse, y durante ese tiempo necesitamos resistir».
De momento, el grito de ayuda de estos queseros leoneses ya cuenta con más de 1.000 usuarios que han compartido el post, que roza las 300 interacciones. Un paso más en la búsqueda de un salvavidas que ayude a la tradición quesera de Payuelo a mantenerse a flote.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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