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alejandro fuente
Pola de Lena
Jueves, 28 de septiembre 2017
«Queremos devolver al establecimiento su antiguo esplendor». Enrique Fernández Mayo es uno de los responsables de Élite Hotels, la compañía turística de Menorca que acaba de comprar el emblemático parador de Pajares, en la frontera entre Asturias y León. Visitaba ayer el ... edificio junto a su padre y presidente de esta empresa familiar, Miguel Fernández Baker. Ambos ofrecían detalles de la operación así como las previsiones de futuro para este recinto. De este modo, apuntaban que el valor de la transacción ascendió a 950.000 euros sin impuestos. «Estamos ahora revisando la situación actual del inmueble para determinar las obras para su rehabilitación. Creemos que la inversión necesaria será de entre 500.000 y 600.000 euros». Se trata, continuaban, de una inversión importante, «pero estamos seguros del potencial que tiene este equipamiento y estamos muy ilusionados».
Los responsables de la empresa balear indicaban que la apertura del equipamiento se producirá dentro de cuatro o cinco meses , «barajando un plazo realista», señalaron. Ofrecerá un servicio de restauración con carácter autóctono, cafetería, 'spa' y de 70 a 80 camas. «Creemos que emplearemos a entre diez y quince personas, y apostaremos por gente de la comarca para ocupar los puestos que necesitemos», declaraba Fernández Mayo.
«Se trata de un proyecto muy ilusionante para nosotros y tenemos que destacar la gran colaboración que estamos encontrando en la región», apuntaba también una de las directivas de la empresa, María Luisa Sintes, desde Menorca. Explicaba que la empresa, que se inició en el sector a principios de los años 90, Cuenta con tres hoteles en la isla balear y emplea a un centenar de personas de forma directa.
¿Cuál es el perfil de turista que se busca? Sintes indicaba que, en la actualidad, su modelo de negocio se orienta a un tipo de cliente «medio-alto», y éste es el perfil que se quiere mantener para la recuperada superficie que, según dijeron, «queremos que sea un referente de calidad». No obstante, Fernández Mayo precisaba que será un hotel de cuatro estrellas de categoría, «ya que tampoco buscamos un perfil turístico de súper lujo».
La única diferencia que habrá entre Menorca y Asturias, explicaba la directiva, «es que estamos especializados en un turismo de sol y playa y ahora nos enfrentamos a un nuevo tipo de estancia vacacional, por eso va a ser todo un reto para nosotros». Fernández Mayo señalaba que están convencidos de que el recinto «tiene mucho potencial y posibilidades en la zona, ya no solo con orientación para los usuarios del esquí -la estación invernal de Valgrande-Pajares está al lado-, sino también para el turismo de montaña o de naturaleza; éste un paraje impresionante».
¿Por qué se ha interesado Élite Hotels en este edificio? Uno de los motivos para la compra, además del empresarial, ha sido el sentimental, destacan los empresarios. Y es que el presidente de la compañía, de 62 años, veraneaba de niño en Soto del Barco y el parador de Pajares, recordó, «era una parada obligatoria en mis vacaciones familiares de cuando tenía ocho, nueve y diez años; era un referente y siempre me acuerdo de las impresionantes vistas desde sus ventanales». Por eso, se convirtió en todo un símbolo que ahora quiere recuperar. «Ha sido como un arrebato, el comprarlo, al verlo tan demacrado y abandonado, a pesar de las posibilidades que tiene», añadió el hijo. Existe una segunda vinculación con el Principado. Y es que su mujer, Aurora Mayo Mayo, es natural de Luarca.
Los promotores de este nuevo proyecto turístico llegaron ayer a mediodía a Asturias en un viaje «que, en principio, no estaba previsto», ya que se encontraban en León realizando otro tipo de gestiones. Pero ya han estado en más ocasiones de forma reciente. De hecho, Fernández Mayo cuenta que nada más firmar las escrituras de la propiedad, «acudimos muy ilusionados».
Comienza, de este modo, un nuevo capítulo en la historia de este edificio, cerrado desde 2005. Su lenta agonía comenzó en los años setenta, cuando el Gobierno olvidó sus años de esplendor excluyéndolo de la Red Nacional de Paradores. Esto lo abocó a su primer cierre en 1979 tras ser inaugurado en los años 50. En 2009, el Ministerio de Economía anunció la primera puja para su venta. Su precio, 771.600 euros. Tras varias convocatorias desiertas, a pesar de diferentes bajadas en su precio, en 2010 pujó por él Inversiones Inmobiliarias Valmurián, que lo adquirió por 510.000 euros. Su primera intención era abrir un hotel con 'spa' o reconvertirlo en apartahoteles. Pero nada fructificó. En 2013, lo puso a la venta por el triple de lo que lo compró, 1,5 millones de euros, cifra que ha ido bajando ante la falta de ofertas en firme. En septiembre de 2016, el grupo Santagadea anunció su compra, pero la operación no se llegó a cerrar.
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