El día a día de la montaña, un día especial para los demás

Una vecina de Villamanín trabaja espalando en la puerta de su garaje; un trabajo de hoy, que mañana tendrá que repetir: «Lo limpias un día y al día siguiente lo tienes cubierto otra vez». Y es que así pasa la mañana en el municipio: entre la nieve y la pala. «Hombre, aquí estamos acostumbrados. Lo que pasa es que estas nevadas tan grandes ya no se ven como antes».

El pueblo vive acostumbrado a esta situación y los vecinos no dudan en seguir adelante con su actividad diario o salir a dar su paseo de rigor. Cerca de la vía nos encontramos con otro habitante de la zona. Éste viene andando desde Poladura, a seis kilómetros, y tiene claro su destino: «Voy a tomar algo ahí a Ezequiel, como todos los días».

También los hay quien llegan de otros puntos para aprovechar la oportunidad de disfrutar de un paisaje blanco.

Una familia desplazada desde León llega «preparada» porque sabían a lo que iban. «Venimos con toda la equipación para pasar el día por aquí». Un par de trineos, ropa reglamentaria para deslizarse por la nieve y un perro de la zona se quiso sumar a una divertida mañana a rastras por las pequeñas cuestas que ha ido formando la nieve.

Desde Gijón, y hasta el Alto de Pajares, más allá no puede por las restricciones de la movilidad, llega otro joven; éste, más aventurero. «Venimos a hacer un paseín en travesía. Está bastante nublado y bajaremos un poco al pueblo de Pajares a ver si hay posibilidad de hacer algo».

Aunque se muestran comedidos y precavidos ante los problemas que puede traer esta situación climatológica adversa, y tienen en mente el trágico accidente de hace unos días en San Isidro. «No se puede subir a cimas altas porque están las cornisas muy peligrosas. Pero para dar un paseo se puede, por prados y sin subir a ningún lado con toda la nieve que tenemos aquí, ¿para qué queremos más?».

La nieve podría dar una pequeña tregua en los próximos días, pero se espera que tras la jornada de Reyes los copos regresen a la provincia para el disfrute de unos y los quebraderos de cabeza de otros.