

Secciones
Servicios
Destacamos
El meteorito que la noche del jueves 9 de enero cayó en la zona de Tierra de Campos en la provincia de León tiene una masa de entre «10 y 20 gramos» y, todo apunta, será prácticamente imposible localizar. Así lo explica el astrofísico José María Madiedo, quien ha sido el responsable de analizar y estudiar la trayectoria del primer bólido que cruza los cielos de la península ibérica este 2025.
Según los datos que han recabado gracias al proyecto Smart que coordina el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), la bola de fuego, un resto de roca de un asteroide que atravesó la atmósfera a las 22.08 horas del jueves, no se desintegró por completo y un pequeño fragmento ha sobrevivido impactando en los alrededores del pueblo de Joara, en Sahagún.
Lo cierto es que, aunque los bólidos son fenómenos relativamente habituales, no lo es tanto que una parte «sobreviva» y caiga a tierra. El resto de la roca es «minúsculo» y no cree el doctor en Astrología que se organice desde las instituciones centrales ninguna búsqueda porque la realidad es que poder recuperarlo es más que complicado. «Es más difícil que encontrar una aguja en un pajar», reconoce el experto, que señala sin embargo que sí se ha llegado a encontrar restos más pequeños.
Cada cierto tiempo se registra la presencia de bólidos en los cielos de la península pero, ¿qué son exactamente? Conocidos también como bolas de fuego, los bólidos no son más que restos de roca de un tamaño considerable que al entrar en la atmósfera se envuelven durante unos segundos en fuego. Aunque lo habitual es que se desintegren por completo, en ocasiones, como en este último caso, una pequeña parte pueden llegar a tierra, lo que se conoce como meteoritos -meteoroides que consiguen atravesar la atmósfera terrestre y llegar a tierra-.
Más acostumbrados estamos acostumbrados a ver estrellas fugaces, que no dejan de ser también fragmentos de roca pero «del tamaño de un grano de arena». Los bólidos, al ser fragmentos mucho más grandes, provocan esas grandes bolas de fuego con una fuerza mucho más potente y un brillo que llama más la atención y es visible desde un territorio mucho más amplio.
Estrellas fugaces y bólidos son fenómenos relativamente habituales en el cielo, pero no lo es así que sus restos impacten en tierra, lo que convierte al meteorito de Joara en un fenómeno especial y singular a la altura de otros que también han impactado en la provincia como el de Reliegos, en 1943, o el de Villalbeto de la Peña, en Palencia, que cayó muy cerca de la frotnera con León hace ya 21 años.
El análisis de este típico de fenómenos es posible gracias a investigadores como José María Madiedo y el resto del equipo que conforma el proyecto Smart. Madiedo investiga sobre asteroides, cometas, meteoroides y meteroritos. Desarrolla los proyectos Midas y Smart y dirige la red de bólidos y meteoros del suroeste de Europa (RED SWEMN. Southwestern Europe Meteor Network).
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Conservas Nuevo Libe, Mejor Anchoa 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.