León se muere: los Ayuntamientos se reúnen para apoyar un plan de emergencia para la provincia

Los ayuntamientos implicados solicitaron a los sindicatos celebrar la reunión de forma conjunta, para abordar la situación desde una perspectiva territorial, desde la unión de nuestros municipios, puesto que creemos en que es necesario descentralizar la problemática y sacarla de la capital, contextualizándola en nuestros propios territorios. A pesar de ser una problemática que afecta a toda la provincia, es necesario atender a las necesidades concretas de los distintos municipios de la provincia.

Desde esta perspectiva territorial, los ediles puntualizaron la importancia de una serie de temas vinculados a nuestro territorio, como la necesidad urgente de asentar ganadería en extensivo de calidad, los problemas de la pequeña industria para aterrizar en zonas como la nuestra, la falta de comunicaciones y la pérdida constante de calidad en los servicios públicos.

También se trató la importancia de la continuidad, puesto que esta próxima manifestación es muy relevante, pero no se debe perder el foco en la necesidad de mantener una continuidad en el tiempo para que la incidencia política no se limite a un día si no que construya una verdadera solución para nuestra provincia. Confiamos en que la manifestación reúna a todas las perspectivas y sensibilidades que intentan cuidar nuestro territorio y sacar adelante nuestra provincia puesto que en este camino de tenacidad siempre se podrá contar con los Ayuntamientos de nuestro territorio.

León se muere. Entre la inanición de inversiones, la explotación de sus recursos, las reconversiones fantasma y la despoblación de sus pueblos, León necesita un plan de acción inminente. Nuestra provincia se encuentra a la cola de todos los indicadores socioeconómicos del país. Somos la provincia con la peor tasa de actividad, unas de que las más población pierde, de las más envejecidas o de las peores en cuanto a generación de empleo. Pero detrás de esa lista de estadísticas se encuentra un pueblo de trabajadores y trabajadoras que sufren las consecuencias de esta crisis, especialmente las pertenecientes a sectores rurales, jóvenes, mujeres o migrantes.

La concentración urbana junto al abandono rural, la falta de inversión pública y privada, las malas prácticas empresariales o el deterioro grave de los servicios públicos son algunos de los problemas más importantes de nuestra región.

Las causas son variadas, pero no podemos negar la inuencia de la tendencia capitalista depredadora que arrasa con el desarrollo rural, social y cultural de nuestra provincia, fomentando una economía de «pan para hoy y hambre para mañana». De este declive territorial son responsables numerosos agentes como las grandes empresas, que dejan de lado la responsabilidad social y el reparto de riqueza; o las administraciones públicas, que dejan sin herramientas a las pequeñas entidades locales para gestionar su propio territorio, sin dar lugar al diálogo entre los pequeños ayuntamientos y los espacios de toma de decisión del gobierno central.

Esta movilización persigue cuatro grandes objetivos para exigir a nuestras administraciones: la creación de empleo estable y de calidad que frene la sangría demográca; el desarrollo de infraestructuras de transporte y comunicaciones y conectividad digital; el aumento de los servicios públicos frenando los recortes y aumentando el personal en sanidad, educación, cuidados o servicios sociales; y la reducción del desequilibrio económico y territorial equilibrando el balance urbano-rural y haciendo un reparto económico justo.

Para cumplir con estos objetivos, se exige articular un Plan de Emergencia de Inversión, que dé respuesta desde lo público y con carácter de urgencia, dado la situación de emergencia que vive nuestra provincia y la deuda histórica adquirida con ella. Solo así, podremos fomentar la llegada de inversión privada y el desarrollo económico endógeno de nuestra provincia.

Ya hemos visto en el pasado como se efectuaban rescates al sector nanciero para evitar la quiebra de la banca. Desde nuestro territorio no podemos aceptar que nuestra provincia no merezca ser rescatada, y por ello el próximo domingo 16 de febrero saldremos a la calle a reivindicar un futuro para León.

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