El Gobierno destinará 20 millones para compensar las pérdidas provocadas por el lobo

Morán ha destacado en una entrevista con Europa Press que esos 20 millones están muy lejos de los 6 millones de euros que entre todas las comunidades autónomas loberas sumaban para el conjunto de indemnizaciones. «Parece razonable concluir que estamos en una cifra que puede cubrir las necesidades de prevención e indemnizaciones», ha manifestado el secretario de Estado, que ha añadido que esta cuantía presupuestaria es similar a la que Francia destina al mismo fin.

En ese sentido, ha defendido que el Gobierno ha tratado de romper con la «estructura de agravio» que se mantenía en los distintos territorios «desde hace mucho tiempo». «La administración general del Estado había estado ausente. Se había dejado que cada comunidad autónoma estableciese su propio modelo de gestión», ha lamentado Morán, que opina que esas diferencias debidas al modelo competencial autonómico generaban «el primer agravio entre situaciones que deberían tener una gestión similar».

Precisamente, ha valorado que la sentencia emitida este miércoles por el Tribunal Constitucional, que anula varios artículos de la Ley de Caza de Castilla y León que consideraba al lobo como especie cinegética, Morán ha celebrado que «disipa dudas» y refrenda que no puede haber «ni un trato diferente ni desigualdades entre comunidades autónomas».

De ese modo, aboga por dotar de recursos al territorio para que la responsabilidad y el coste de gestionar y conservar una especie no caiga sobre esas zonas y en los ganaderos «como había sucedido hasta ahora». En ese sentido, argumenta que si la biodiversidad es un patrimonio común de los ciudadanos a todos les corresponde mantenerla en buenas condiciones con un «esfuerzo compartido».

«Quien tiene que soportar un mayor esfuerzo debe recibir una compensación que debemos pagar entre todos», ha insistido el secretario de Estado, quien apuesta por medidas que faciliten la actividad de la población en el medio rural que, insiste, «no es la que tiene que sufragar el gasto que supone mantener la biodiversidad».

Por otro lado, respecto a la posibilidad de un futuro en el que la legislación se modifique para que el lobo ibérico pueda volver a ser considerada especie cinegética en algunas comunidades autónomas del norte del Duero, Morán cree que esta opción es remota porque «las generaciones que van llegando cada vez tienen mayores niveles de exigencia».

Asimismo, ha defendido que la línea de actuación de las políticas ambientales va «en consonancia con lo que la sociedad va exigiendo» pero, en todo caso, no se puede seguir en la «deriva» de un deterioro continuo de la biodiversidad, de la calidad del aire o del uso de los recursos naturales. «Rescatar la sostenibilidad ambiental se traduce en calidad de vida», ha apostillado.

Respecto al proceso para incluir al lobo ibérico en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial, admite que se pudo hacer «de forma diferente», pero el Gobierno se guió por el diagnóstico científico avalado por 19 expertos independientes que concluyeron que la evolución de la especie es desfavorable, por lo que «no pudo cerrar los ojos» pese a las tensiones y visiones distintas del conjunto de la sociedad, sino «atender a su responsabilidad» y adaptar las decisiones políticas a la ciencia.