La casa de la Navidad en un pueblo de León: «Meses antes hacemos la decoración con cajas de leche»

La Navidad es una época de magia e ilusión para muchos leoneses. Y todo ello, en algunas ocasiones, se refleja en grandes decoraciones de viviendas y pueblos.

No importan los habitantes y el coste no es un problema para quienes prefieren realizar los adornos navideños a mano y con objetos reciclados. Muchas localidades leoneses aprovechan estos días de vacaciones para acabar de preparar su decoración, pero en la mayoría de los casos todo lleva listo muchos días. También Villafañe, en el municipio de Villasabariego, se viste de Navidad estas fechas. La casa de Arancha es un ejemplo de cómo dar una segunda vida a objetos y materiales para trasformar un hogar en un auténtico refugio de la Navidad y asombrar a vecinos y visitantes.

En casa de Arancha comienza en septiembre «a pensar nuevas decoraciones» y sacar todo lo que tienen guardado de años anteriores. «Meses antes de la Navidad mi madre va haciendo las casas del pueblo navideño con cajas de leche y las fachadas con cartones de huevo imitando a la piedra», asegura la leonesa a este medio. No falta detalle en la casa navideña de Villafañe donde todos aportan trabajo e ilusión. «Mi padre, amante de las luces, es el que se encarga de montarlas todas, tanto en la fachada exterior como en el patio interior», reconoce Arancha que insiste en que hay «muchos muchos metros de luces».

Una decoración reciclada en la que no falta detalle: «Tenemos un muñeco de nieve con ruedas, un tren cargado de regalos, leña y carbón...». De todo y todo con objetos reciclados o que ya no se usan. Porque la tapadera de una máquina de coser se ha convertido en un buzón para que «las cartas puedan ir directas al Polo Norte».

Y cómo familiares y amigos ya les conocen, también colaboran en seguir llenando de adornos esta vivienda. «Nuestro primo José Mari nos regaló un reno hecho con maderos que es una de nuestras estrellas de la decoración», reconoce Arancha.

Y lo más bonito es la importancia que se le da al reciclaje y la segunda vida que tienen todos los objetos, porque aquellos que «ya no utilizamos les damos una segunda oportunidad para la época navideña».

Pero lo mejor de esta historia es que el espíritu navideño inunda esta localidad: «Lo que más nos gusta es compartirlo con amigos y vecinos, la gente que viene a casa les gusta y vienen año tras año a descubrir cosas nuevas».

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