El alcalde de Chozas y la enfermera que le vacunó se defienden: «No existe motivo que justifique mi dimisión»

No han pasado 24 horas cuando tanto el alcalde de la localidad como la enfermera que le vacunó han tomado la palabra por medio de sendos comunicados.

Sergio Jorge avanza en el suyo que primeramente no quiso hacer declaraciones «porque soy consciente de la poca credibilidad que, en un caso como este, podemos tener los alcaldes y presidentes». Manteniendo que obra en su poder el informe solicitado, apunta a que con el mismo «puedo y quiero acreditar que yo en todo momento considero haber actuado conforme así se me trasladó y aconsejó el día de la vacunación».

Entrando en materia, Santiago Jorge mantiene y defiende que «en el informe se puede ver claramente cómo no fue a petición mía, sino por la indicación del equipo de vacunación por ser persona de grupo de riesgo con patología grave», manteniendo así que efectivamente fue vacunado con la primera dosis.

De hecho, el comunicado culmina con la siguiente frase textual: «En todo momento, porque yo insistí bastante en ello, se me comunicó que era una vacuna puesta siguiendo el protocolo y dentro de toda legalidad, y yo me fié de ello».

Insiste el regidor en haber cumplido el protocolo «y en haber actuado bien y que por tanto no existe ninguna irregularidad [...]. No existe el más mínimo motivo que justifique las peticiones de dimisión, ni baja del partido, y mucho menos ataques a mi persona, a mi honor y a mi intimidad que defenderé hasta las últimas instancias».

En conversación con esta redacción, Santiago Jorge dejó claro que espera que la investigación anunciada por Sanidad «efectivamente se lleve a cabo», asegurando que lo solicitará personalmente «para que como dicen aclaren si mi vacunacion se realizó dentro del protocolo y no quede en simples declaraciones por su parte para cumplir».

Lo mismo mantuvo sobre su partido, del que espera retiren la solicitud de suspensión de militancia.

Por su parte, la enfermera de Cembranos, Cristina Oveja, también ha querido salir al paso de la polémica suscitada. En otro comunicado, mantiene que el pasado 13 de enero el equipo de vacunación de Armunia acudió a la residencia Oasis, vacunando a la población citada y, al finalizar, «sobraron dos vacunas ya reconstituidas, vacunando con ellas a los miembros del equipo que aún no lo estaban». Tras ello, afirma que «la única persona perteneciente al gurpo de riesgo que, si bien, no cumple el criterio de edad, pero si el de patología grave del que se disponía el contacto, era él [por el alcalde]».

La enfermera apunta a que ella fue la persona que le avisó, si bien «él en ningún momento la pidió, sino que fue por indicación del equipo de vacunación para no desechar la dosis reconstituida».

Por último, defiende que en ningún momento el motivo para vacunarle fue su desempeño en un cargo público, «sino la premura de esos momentos y la accesibilidad de el contacto».