Moradillo de Roa: un pueblo volcado con el vino

Se sitúa en el borde sur de la denominación de Origen Ribera del Duero en la provincia de Burgos, colindante con el Páramo de Corcos, en un alto con unas impresionantes vistas a un horizonte plagado de plantaciones de viñedo. Moradillo de Roa respira y vive la cultura del vino en cada rincón. Una histórica tradición vitivinícola que ha marcado el carácter del pueblo. La larga historia del cultivo de la vid, que se data allá por el año 1600, ha regalado una privilegiada arquitectura –lagares, lagaretas, bodegas-lagar con sus muelles de descarga, zarceras y porteras– al servicio de la elaboración y conservación de los vinos. Más de 150 construcciones tradicionales que conforman el barrio de El Cotarro.

En la profunda oscuridad de una de esas bodegas subterráneas duerme el denominado vino de pueblo, convertido en toda una tradición que une pasado y presente. Elaborado con la uva dorada autóctona albillo mayor y la tinta tempranillo, donadas por los viticultores locales. Un vino pisado y prensado de la manera tradicional en el lagar El Tercio, construido en 1736, y envejecido en una bodega subterránea que data de 1800.

A finales del mes de septiembre los habitantes de Moradillo de Roa se vuelcan con su Fiesta de la Vendimia. Una jornada en la que se realizan las labores de recolección de la uva y los primeros pasos de la elaboración, en una especie de homenaje a la tierra. Esa creación del vino se conjuga con una fiesta en la que los visitantes pueden presenciar el pisado y prensado y participar en él, acompañado por música tradicional y una comida popular.

De esa manera, se crea un vino natural siguiendo los métodos de hace siglos, sin adición de levaduras no provenientes de la propia uva u otros productos químicos como sulfitos. Una vez terminado el proceso, las ventas de ese vino de pueblo contribuyen a la puesta en valor del barrio de bodegas y lagares, una iniciativa enoturística que suma numerosos galardones. En torno a esa cultura del vino, en los últimos años, han surgido otros proyectos culturales, como la visita del terror al barrio de bodegas, un festival de swing e incluso un concurso de relatos cortos.

Más allá del mundo del vino, Moradillo de Roa también posee otras tradiciones destacadas. Entre ellas, dos dedicadas a su patrona, la Virgen del Egido. El día 8 de septiembre es la festividad en la que todo el pueblo procesiona y baila a la imagen.

Por otra parte, el primer fin de semana de julio se celebra la Reaparición de la Virgen. Además, como pueblo tradicionalmente agrícola, en el calendario no puede faltar la fiesta de San Isidro, el día 15 de mayo, para pedir buenas cosechas.

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