Madroñal: la cereza marca la vida del pueblo

La cereza ha marcado desde hace años la vida laboral de los vecinos de Madroñal, ya que este fruto fue el responsable de su desarrollo socioeconómico. Tanto es así, que a principios de los años ochenta del siglo pasado, los vecinos decidieron realizar una fiesta ligada a este producto que tantas alegrías les había dado y así dar a degustarlo al público en general. Una fiesta que, desde el principio, fue internacional, ya que contó con la participación de portugueses.

La celebración en torno a las alabanzas de este dulce fruto fue ganando adeptos a lo largo de los años y, tras cambiar de fecha en varias ocasiones, finalmente se ligó a las fiestas patronales en honor de Santa Ana, cuya festividad es el día 26 de julio, hasta convertirse en una feria referente en la provincia y en la que la degustación de las cerezas del municipio está garantizada.

Desde su creación, esta celebración que fue pionera en la provincia por dedicarse a un producto agroalimentario se ha suspendido en solo dos ocasiones, en una que se perdió la cosecha de cerezas y el pasado año debido a la pandemia del coronavirus.

Además, Madroñal cuenta con otras celebraciones de gran tradición como son sus dos fiestas en honor a Santa Ana, hoy las principales y que tienen lugar en julio, y a la Virgen de la Misericordia, el primer fin de semana de octubre, que antiguamente eran las más importantes del pueblo. En ambas destaca, como uno de los actos de mayor arraigo y más antiguos, quizás, el cántico de 'La alborada' a la Santa y a la Virgen, respectivamente, en la noche de la víspera; sin olvidar las procesiones y el posterior ofertorio con muestras del folclore popular.

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