Herrera pide a Rajoy que lidere un plan de reindustrialización por el cierre de Garoña

En esa misiva, Herrera exige al Gobierno que, en paralelo a la decisión del cierre de Garoña, comprometa “la definición, presentación y desarrollo urgente de un plan de reindustrialización para la zona, que ofrezca alternativas posibles y viables para la generación de riqueza y empleo en ella”. Un plan, continúa la carta, que cuente “con la implicación y recursos de las distintas administraciones” y “creo que es obligado también con los apoyos y proyectos de los propietariosde la central”, remarca Herrera.

En ella, el presidente de la Junta se preocupa por que, una vez adoptada la decisión de denegar la continuidad de la central y, por tanto, iniciado el camino a su cierre definitivo y desmantelamiento, cómo va a ser el proceso y cuáles son los planes que existen sobre los materiales nucleares más sensibles que hoy se encuentran y que van a quedar en una instalación que va a dejar de ser de producción de energía para pasar a convertirse en un almacén de esos materiales. “Una situación para cuya posible compensación estudiaremos si cabe aplicar algún tributo de naturaleza medioambiental”.

También le cuestiona si los municipios de la zona van a continuar contando con las ayudas económicas con las que cuentan en esos momentos y que confió en que sigan prorrogando “por lo menos hasta el total desmantelamiento de la planta”. Un desmantelamiento que, añadió, “en coherencia con la defensa que hemos hecho estos años sobre la continuidad de la central, quiero reiterarle los graves efectos negativos que van a producirse por su cierre, tanto sobre la actividad económica como muy intensamente sobre el empleo, en particular en el área de influencia de la planta”.

Decisión que lamentó y que le provocó un “sentimiento de decepción y cierto abandono”, aseguró que la Junta pondrá desde este momento la voluntad para trabajar juntos y para evitar que los efectos de ese cierre produzcan “un desierto económico y demográfico en una hermosa zona de esta Comunidad que hasta ahora ha contado con esta fuente de actividad, riqueza y empleo”.

Además, Juan Vicente Herrera asegura en dicha carta que le duele “de manera especial” que deba ser precisamente el Gobierno de la nación el que aparezca como responsable de una decisión de cierre, “para la que tantos otros han trabajado mucho más intensamente”. “Y entre ellos, en particular los propietarios de la central que, con sus dudas, cambios de opinión y desistimiento virtual, son los verdaderos causantes del cierre”.

Dicho esto, continúa, no le corresponde a él enmendar las opciones de política energética pero sí recuerda que es necesario tener “muy en cuenta” en las decisiones ya urgentes que el Gobierno debe tomar en torno al futuro del carbón nacional y las centrales térmicas. “Con los que el sentido común exige que hay que seguir contando y cuya aportación al mix energético de España se ha demostrado imprescindible en los últimos meses”.

En dicha carta, el presidente de la Junta vuelve a insistir en que el Gobierno autonómico lamenta y no comparte la decisión porque siempre se ha defendido su continuidad esencialmente por la actividad y el empleo, siempre, no obstante, con su plena garantía de seguridad para las personas y para el medio ambiente.

Además, Herrera insiste en la ausencia de un plan económico y social alternativo para paliar los efectos del cierre en esta zona que “de ninguna manera” puede quedar limitado a la actividad y el empleo que temporalmente genere el desmantelamiento de la centra, como, recuerda, se ha llegado a plantear en una visión “cortoplacista e inaceptable del pan para hoy y nada para mañana”.

En todo este tiempo, continúa, la Junta ha sido consciente de “la soledad social y política a la que poco a poco se iba abandonando a Garoña” y que se extendió también “sorprendentemente” a los propietarios, sobre todo, en el caso de Iberdrola que, reprocha, “primero expresó su voluntad de seguir operando y solicitó la renovación de la autorización y que más tarde desistió”.