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Un momento del juicio.

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Un momento del juicio.

«Él me dijo 'a ella ya la maté, está en la cama muerta, y a éste porque no pude'»

Segunda jornada del juicio por el crimen de Astorga en la Audiencia Provincial de León | El vecino con el que la víctima mantenía una relación y la mujer de éste han testificado en sede judicial

Nacho Barrio

León

Martes, 16 de marzo 2021, 10:26

Segunda jornada en la Audiencia Provincial de León por el crimen de Astorga, ocurrido en el verano de 2018. En el mismo, se juzga el asesinato de una mujer a manos de su marido y un posterior intento de asesinato al vecino de arriba, ... con el que presuntamente la víctima mantenía una relación sentimental.

Después de que este lunes declarara el acusado, este martes era el turno de la prueba testifical de J.M.G.M, vecino de la víctima con la que, según su declaración mantenía una relación sentimental fuera del matrimonio.

J.M.G.M vivía en el segundo piso de una vivienda de la calle Santa Colomba de Astorga. Como declaró en sede judicial, mantenía una «gran amistad y mucha confianza» con el acusado y la víctima, reconociendo que la relación sentimental entre la víctima y él mismo comenzó en enero de 2018, finalizando el día de autos.

La declaración

Pese a mantener esa relación de amistad entre los matrimonios, el 24 de julio de 2018 J.M.G.M aseguró que, tras oir ruidos en otro domicilio, a los pocos segundos el acusado se presentó ante su puerta llamando al timbre dos veces. En aquel momento abrió la puerta, encontrándose a A.A.A. empuñando una pistola y encañonándole directamente.

«Abrí y me dijo 'desde cuándo te estás follando a mi mujer hijo de puta, te voy a matar', dicho textualmente», recordó en su declaración.

Una vez profirió la frase, la declaración prosiguió manteniendo que pese a que en un momento J.M.G.M volvió sobre sus pasos, se abalanzó sobre el acusado, momento en el que éste disparó el arma. «Veo que me entra el tiro por el hombro, me duele y sangro muchísimo y ahí le cojo las dos manos», recordó el vecino.

Un disparo en el rostro de la víctima

María Isabel, la mujer del policía nacional jubilado Ángel A.A., murió como consecuencia de un impacto de bala en su rostro.

A la espera del informe forense, que se conocerá en los próximos días, los policías que practicaron diligencias visuales en el lugar del suceso determinaron que la fallecida presentaba dos impactos de bala.

Uno de ellos en la mano derecha y otro en el rostro pudiendo ser, a la espera del informe pertinente, de un único disparo o derivados de dos.

Como consecuencia de las heridas la mujer pudo fallecer prácticamente en el acto presentando una posición final de cubito supino, tumbada en la cama y con los pies en el suelo.

Igualmente los agentes comprobaron la existencia de manchas de sangre en diversas estancias (pasillo y puertas de cocina y salón) así como otro disparo en pared izquierda del pasillo que se prolongó con rebote del proyectil hasta la puerta de la habitación.

Los agentes, por último, han asegurado que el detenido, Ángel A.A., siempre fue colaborador y que éste sufrió un episodio de ansiedad en los calabozos de Comisaría superado tras solicitar la presencia de un equipo médico del 112.

Confesión

Fue en ese momento cuando comenzó el forcejeo, en el que ambos cayeron al suelo revolviéndose. «Me mordió las manos diciéndome que me tenia que matar como fuera. Me dijo 'si sé de esto, subo la escopeta y no fallo'».

La mujer del declarante apareció en la escena, buscando impedir el forcejeo. «Ella empezó a decir que me desangraba, pero él dijo que yo me tenía que desangrar y morir, porque es lo que quería».

El vecino señaló que el acusado entregó el arma a un agente de la Policía Nacional que se personó en el domicilio, confesando el crimen. «Le enseñó el teléfono al policía y dijo 'a ella ya la maté, está en la cama muerta y medio desnuda, y a éste porque no pude'».

J.G.M declaró estar en tratamiento psicológico y padecer secuelas tanto físicas como mentales por este suceso. De hecho, recordó haber estado ocho días ingresado en el Hospital, donde fue intervenido por la herida causada por el disparo.

«El acusado bajó junto al Policía Nacional tan tranquilo, como dos colegas»

La exmujer de J.G. declaró como testigo después del que fuera su marino. Recordando los hechos, M.J.V. hizo un recorrido por lo que pasó aquella noche, señalando que «el Policía Nacional miró el móvil cuando A.A.A. se lo enseñaba para demostrar la infidelidad, pero yo no quería verlo porque no era cosa mía», pero le dijo que «era mentira que estuvieran juntos», así como que «aunque así lo fuera no hay derecho a matar a nadie».

En este sentido, destacó que, una vez producido el forcejeo, el acusado se fue escaleras abajo con el Policía Nacional «tan tranquilo, como dos colegas».

El exmarido de la testigo estuvo sentado en una silla de la cocina tras el disparo y el forcejeo hasta que llegaron los servicios de asistencia y la Policía Local. «El acusado repetía que había matado a su mujer, que ella estaba muerta», destacó.

Asegurando no tener ninguna duda de que éste quería matar a su entonces marido, M.J.V. esgrimió que nunca sospechó la relación sentimental fuera del matrimonio».

Los hechos

En la Audiencia Provincial de León se juzgan los hechos ocurridos el pasado 24 de julio de 2018 a las 2.30 horas de la madrugada, cuando el Policía Nacional jubilado A.A.A. disparó a su mujer con la que tenía dos hijos, M.I.A.L., con un revólver, causándole la muerte en el acto.

Tras ello, acudió a la puerta de su vecino, J.G., a quien también disparó en el momento en que abrió la puerta, causándole lesiones en el hombro e iniciando un forcejeo que concluyó en el momento en que apareció la Policía Nacional, que detuvo en el acto al acusado tras lograr desarmarle.

Por esos hechos, el Ministerio Fiscal solicita para el acusado 25 años de prisión por un delito de asesinato, así como siete años y seis meses por un delito de asesinato en grado de tentativa. Asimismo, pide que indemnice con 50.000 euros a cada uno de sus dos hijos, con 22.000 euros a J.G. y con 5.418 euros a Sacyl.

Desarrollo del juicio

La Audiencia Provincial de León acoge durante esta semana y parte de la siguiente el juicio contra A.A.A., el Policía Nacional jubilado acusado de matar a MI.A.L. de dos disparos en Astorga en 2018, así como de intentar hacer lo mismo con su vecino, J.G.

La primera sesión del juicio se celebró el pasado viernes, sin audiencia pública, para poder conformar al jurado popular que será el encargado de dictar veredicto sobre el acusado, por lo que será el lunes cuando tenga lugar la lectura de los escritos de calificación de las partes, las alegaciones previas y el interrogatorio del acusado, en el caso de que decida contestar a las preguntas de las partes.

En días sucesivos comparecerán los 50 testigos y peritos propuestos por las diferentes partes, comenzando por las acusaciones y terminando por las defensas. Tras ellos, se procederá a exponer las pruebas documentales, las conclusiones definitivas, los informes de las partes, la última palabra del acusado y finalmente a entregarse el objeto del veredicto al jurado, que se retirará a deliberar hasta alcanzar un acuerdo que será leído por su portavoz en audiencia pública. Así será durante seis sesiones

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