Villaquilambre no quiere que su médica se vaya por la sobrecarga de trabajo

«Ella no quiere irse, ha estado aquí toda su vida laboral, pero no puede más con la carga de trabajo», explicaba a los vecinos Francisca García, la pedánea de Villaquilambre, que alentaba a los vecinos a unirse para, en caso de no conseguir un cambio en la situación, estudiar las movilizaciones necesarias para evitar que Dolores -'Lola' como la llaman sus pacientes- no se vaya de Villaquilambre.

La gerencia de salud se comprometió a poner otro médico en el consultorio, para lo que era necesario instalar en el edificio un ascensor. «El Ayuntamiento ha hecho sus deberes y lo ha puesto, lo que falta es el médico», explica la pedánea. Según señala Miguel Ángel de Celis, concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Villaquilambre, la doctora atiende a cerca de 1.800 cartillas cuando «la norma para Villaquilambre marca unas 1.300, y como exceso se admite un 20%». A esto se suma el «goteo constante» de cartillas nuevas que entran a diario en una localidad que no para de crecer.

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Dolores, que lleva más de 30 años siendo la médica de Villaquilambre, tiene claro que no quiere irse, pero las circunstancias la están empujando a ello. «No puede atender en condiciones a los pacientes, cada día tiene más y no puede hacer como ella quiere su trabajo». A pocos años de jubilarse, Dolores es la última que quiere dejar el pueblo donde ha desarrollado gran parte de su trayectoria profesional, pero asegura no poder más con la sobrecarga de trabajo.

Con el respaldo de sus vecinos y pacientes, que tienen claro que «Villaquilambre quiere a su médica», la localidad está dispuesta a movilizarse para evitar que su doctora se traslade y luchará para que la gerencia sume un nuevo profesional en el consistorio, para lo que ya están recogiendo firmas.