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El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo ha aprobado en pleno el pago de 647.000 euros a la empresa Aquona, encargada del suministro de agua en el municipio.
Esta cantidad cubre una parte del desfase económico generado por la falta de actualización de las tarifas desde 2016, una situación que ha llevado al consistorio a asumir el coste «extra» del servicio durante años.
Desde el Ayuntamiento de la localidad del alfoz de la capital leonesa explican que la deuda se debe a la diferencia entre lo que pagan los vecinos y el coste real del servicio. «Las tarifas que actualmente abonan los ciudadanos llevan sin revisarse desde 2016, lo que ha generado un desajuste económico que ha tenido que ser asumido por el Ayuntamiento», han señalado fuentes municipales.
Aquona ha advertido al Ayuntamiento que el precio del servicio ha aumentado en estos años, lo que ha obligado al gobierno local a tomar medidas para corregir la situación.
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«No podíamos seguir prolongando este desfase, por lo que hemos aprobado el pago de esta cantidad para ponernos al día con la empresa y garantizar el servicio sin riesgos», han afirmado desde el equipo de gobierno.
Uno de los puntos más delicados de esta decisión es la posible repercusión en los bolsillos de los vecinos. Aunque el Ayuntamiento del alfoz ha asegurado que la revisión de tarifas no será inmediata, sí han confirmado que se está estudiando un ajuste. «No es una decisión que se vaya a tomar de un día para otro, pero es evidente que debe haber una actualización en algún momento», han explicado fuentes municipales.
La incertidumbre sobre una posible subida ha generado inquietud entre los ciudadanos, que llevan años pagando unas tarifas «congeladas» mientras el coste del servicio ha seguido aumentando. Desde el equipo de gobierno insisten en que «la prioridad es encontrar una solución justa y equilibrada para todas las partes», aunque reconocen que «se trata de una cuestión económica que tarde o temprano habrá que abordar».
El equipo de gobierno ha defendido la decisión de aprobar este pago asegurando que era una medida «ineludible» para sanear las cuentas municipales. «Es una obligación que teníamos que cumplir, no había otra opción», han explicado.
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