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José María Aznar, que no detecta que el problema de fondo sea un conflicto entre españoles y catalanes, advierte del riesgo adosado al plan secesionista que promueve la Generalitat. “La política de los nacionalistas catalanes, sobre la base de intentar liquidar la democracia y la libertad, va a acabar también demoliendo Cataluña”, ha alertado en el foro de expresidentes del Gobierno organizado por Vocento.
No es la primera vez que lanza este aviso. Hace meses, ha recordado él mismo, ya trasladó su impresión de que “antes de romperse España se rompería Cataluña”. Coincide, por ello, con Felipe González en que la solución al desafío está en “hacer política”, un reproche velado que en otras ocasiones pareció tener al Gobierno de Mariano Rajoy como destinatario. Pero aun así, comparte con el actual Ejecutivo su prevención ante la propuesta de una modificación constitucional.
Pese a confesarse “reformista convencido”, Aznar defiende el “gran activo” que es la Carta Magna. “Explíqueme qué quiere reformar, explíqueme si se dan las condiciones y si existe el consenso para hacerlo, porque si no me dice qué quiere reformar ni se dan las condiciones ni existe el consenso, no perdamos el tiempo, dediquémonos a otras cosas”, ha abogado el expresidente.
Antes de abordar si hay algún aspecto que pueda “tocarse”, lo urgente, a su juicio, es reafirmar las reglas del juego y de la convivencia, que los ciudadanos tengan la certeza de que no se puede “consentir” la vulneración de la legalidad. Y, a partir de ahí, intentar que “la fractura, los daños en la sociedad catalana sean los menos posibles”. “Haríamos muy bien en ayudar mucho a los catalanes que defienden la libertad, la democracia, la aplicación de la ley, porque por ellos pasa el futuro del país”, ha emplazado.
En este sentido, ha puesto en valor el papel de quienes administraron España, sean “un jarrón de Shanghái o de Hong Kong”, ha bromeado en alusión a la expresión “jarrón chino” que suele emplear Felipe González para los expresidentes del Gobierno. “España no está para que haya más personas que jueguen a la división, está para que haya más personas que jueguen exactamente a buscar puntos de encuentro”, ha reivindicado ante quienes fueron los máximos dirigentes del PSOE.
No es la primera que se refiere a acuerdos entre distintos. La semana pasada, en la clausura del curso de verano de FAES, ya abogó por articular una “amplia alternativa” en Cataluña frente al desafío independentista. Hoy, además, ha llamado a elevar el nivel de los debates en España, muchas veces a su entender de “magnitud ridícula” y ha invitado a los representantes políticos a abordar asuntos como el reto de la revolución digital, la inteligente artificial, las pensiones o el futuro europeo. En este punto ha subrayado la presencia en el evento de un “actor relevante”. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sonreído en la primera fila.
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