Las 'secuelas' de un cáncer en las que nadie piensa... hasta que le toca

¿Qué pasa si hemos tenido un tumor y vamos a un banco a pedir una hipoteca? ¿Y si queremos contratar un seguro de vida o adoptar a un niño? ¿Qué pasa si nos animamos a poner en marcha un negocio? En estos y otros momentos -los afectados dicen que encuentran escollos hasta para cosas tan cotidianas como renovar el carné de conducir- verán que se han convertido en ciudadanos de segunda y que, por muy 'limpios' que estén, para ciertas entidades son un riesgo que no quieren correr.

Por eso, la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), en colaboración con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), están aunando esfuerzos para pedir que se proteja la privacidad y la dignidad de aquellas personas que han superado un cáncer y que se evite cualquier tipo de discriminación -relacionada con la enfermedad- que se pueda producir a la hora de evaluar su solvencia económica. Se trata del derecho al olvido oncológico, un concepto con un nombre muy poético y muy poco conocido. Ángela Lamarca, representante del comité de prensa de la ESMO y oncóloga médica en el hospital universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, nos lo explica: «Haber tenido un cáncer es un impedimento para acceder a algunos servicios, sobre todo financieros. Lo que pide el olvido oncológico es que, pasados cinco años de la remisión de la enfermedad, esta se borre de tu historial médico y moral (es decir, que no tengas que mentir al rellenar el papeleo para pedir un crédito, por ejemplo)».

Según indica la oncóloga, ella primero ve a los pacientes angustiados afrontar esta enfermedad tan dura y su tratamiento y, luego, observa cómo, una vez que la ciencia ha hecho su trabajo y les ha curado, parte de la sociedad «les hace sentirse excluidos».

Por ello, Andrés Cervantes, presidente de la ESMO, añade que contribuirán como parte interesada al Código de Conducta de la UE que pretende asegurar que los cambios en la atención oncológica se reflejen en las prácticas comerciales de los proveedores de servicios financieros para garantizar que los supervivientes de cáncer puedan vivir sus vidas sin ser estigmatizados o discriminados. «Deben recuperar su vida con normalidad lo antes posible. Para ello, exigimos que se establezca el olvido oncológico a los cinco años de desaparecer la enfermedad».

Tal y como explican desde esta organización, la mejora de la detección precoz y de los tratamientos oncológicos, con terapias cada vez más dirigidas y personalizadas, ha alargado la esperanza de vida y muchos logran superar la enfermedad o cronificarla. En concreto, la supervivencia a cinco años del diagnóstico fue de más del 55% en hombres y de casi el 62% en mujeres en pacientes detectados entre 2008 y 2013 en España.

«Esto se traduce en que la supervivencia al cáncer se ha duplicado en 40 años», apuntan desde este organismo. Además, destacan que en la mayoría de los cánceres, si se producen recaídas, éstas son más frecuentes en los dos o tres primeros años, menos comunes entre el tercero y el quinto y, después de este tiempo, aún menos probables. «Sabemos que después de cinco años estos pacientes tienen una esperanza de vida igual a la de la población general de su misma edad y mismas características. Por tanto, cinco años en remisión completa es un período razonable y lógico», reclama Cervantes.