Vuelve Carrie Bradshaw (Moda y series)

¿Nos ha enseñado a vestir 'Sexo en Nueva York'?

«Esta serie nos enseñó, a algunas desde muy pequeñas, a soñar con la moda, a conocer la importancia de lo que llevamos y lo que cuenta sobre nosotros», destaca la estilista y comunicadora Erea Louro. Y sí, ha marcado la manera en que nos vestimos, sobre todo, el personaje principal, Carrie Bradshaw, interpretado por Sarah Jessica Parker. A día de hoy resulta difícil separar a la una de la otra.

«Antes de sus looks, ni locas hubiéramos llevado un vestido con deportivas», confirma Amaia Uranga, personal shopper y estilista también. Aunque matiza: «Carrie es muy dramática y tiene mucho estilo. En ella, en su vida, nada de lo que se pone chirría». Ni los pantalones cargo con tacón de aguja, ni los shorts con boina al estilo francés. Pero ¿realmente vestía bien este personaje? «Es algo muy subjetivo», señala Louro. Porque en realidad no importa la respuesta, lo suyo eran fuegos artificiales: deslumbrar, evocar, hacer soñar…

Y eso lo logró. Todavía lo hace. Este jueves se ha estrenado en HBO la segunda temporada de 'And Just Like That...', la continuación de la serie. Ahora, esas chicas neoyorquinas precursoras de las influencers actuales navegan en la cincuentena, tienen hijos mayores, se han quedado viudas… Pero visten de lujo. Del bueno. Del de verdad. «Es lógico», señala la asesora de imagen Ana Vijandi. «Su transición está muy conseguida, se supone que con el paso de los años vamos teniendo mayor poder adquisitivo y eso en el personaje sí se cumple. La ropa es un reflejo de ello».

Y el pisazo en el que vivía con Mr. Big. Y el zapatero, ¡ay, ese oscuro objeto de deseo para muchas! «Carrie ha tenido una relación febril con los zapatos», respondía esta semana Sarah Jessica Parker durante la promoción. En ese rincón todavía está un par que causó furor cuando salieron en la serie principal: los manolos azules con detalle joya. Este es un ejemplo que caló en la sociedad: muchas mujeres soñaban con ellos, algunas se los compraron, otras se hicieron con clones low cost… Pero es que hasta las celebrities más actuales los aman: Olivia Palermo eligió ese mismo modelo para su boda en 2014 y Victoria Federica, la sobrina del Rey, los luce de vez en cuando en alguno de los eventos a los que la invitan.

«Carrie tenía un gran estilo personal y por eso fue tan influyente», precisa Louro. Fue, quizá, la primera 'influencer' moderna. «Nos ha servido de inspiración y propició un cambio de actitud a la hora de vestirnos: nos enseñó a abrir el armario para divertirnos», prosigue Uranga.

El mérito eso sí, hay que atribuirselo a otras dos mujeres, a la actriz y a la estilista de la serie, Patricia Field, con la que Parker tenía una conexión perfecta. «Juntas crearon looks muy atrevidos. Mezclaban con mucho acierto en la mayoría de sus ocasiones». Acierto para el contexto en el que se desarrollaba la historia: «Consiguieron un estilo ideal al que muchas mujeres querían llegar», remata Vijandi.

Sin embargo, pese a esa influencia, no resulta sencillo cruzarse con una Carrie Bradshaw por la calle. «No es fácil atreverse a esos niveles, su influencia estuvo en abrirnos la mente», continúa esta última estilista.

Los delirios fashionistas de Carrie han dejado huella en nuestros armarios. La falda de tul es uno en el que coinciden las tres profesionales consultadas. A día de hoy, se siguen vendiendo en algunos comercios y son una excelente opción para lucir en una boda. Las más atrevidas le añadirían la cazadora tipo 'bomber' que llevaba el personaje.

También los vestidos años 50 que tan bien luce por Manhattan, la mezcla de tejidos y estampados, los jerséis de lana con faldas, el amor por los bolsos de marca, especialmente por el estilo 'baguette', que ha vuelto con fuerza… O el vestido estampado con papel de periódico que firmaba Galliano y luego replicó Zara (el original, por cierto, se subastó hace unos meses con un precio de partida de 15.000 euros). «Casi todo lo que llevaba sigue estando de actualidad», confirma Uranga. Otra cosa es que se replique tal cual: «La gente es tímida y el qué dirán todavía pesa mucho en algunos lugares y contextos».