Todo lo que la rehabilitación puede hacer por ti... y no sabes

Escuchamos rehabilitación y pensamos en un masaje -a poder ser suavecito, ¿eh?-, en un trámite que nos 'impone' a veces el seguro o el médico (y que nos saltamos si podemos con un entusiasmo casi infantil) o en el último recurso cuando todo lo demás -fármacos, intervenciones...- han fracasado. Error tras error. «La gente no sabe para todo lo que sirve la rehabilitación», lamentan los médicos especialistas de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF). Según recalcan, su disciplina ayuda a recuperarse de muchas dolencias que afectan a huesos, músculos, sistema nervioso... y muchas las puede incluso resolver. Es decir, a veces es un complemento necesario (no opcional) y otras, la propia cura. «Los médicos de esta especialidad diagnostican, previenen y tratan enfermedades que producen discapacidad y pérdida de función. Es decir, mejoran la calidad de vida del paciente», insisten desde SERMEF.

Aunque las lesiones musculoesqueléticas son las que mejor evolucionan con rehabilitación, «con unos índices de recuperación muy altos», resulta clave en muchísimos casos más (incluso los más graves, como las operaciones de tumores de mama o próstata o después de un ictus). Así que merece la pena informarse, porque quizá estemos prescindiendo de una herramienta que puede marcar una diferencia importante en problemas que ya tenemos. Y lo que poca gente sabe... ¡también previene, no solo es útil cuando el mal ya está hecho!

¿Seguimos abriendo el abanico de las utilidades de la rehabilitación? Ahí va: se usa en todas las edades -desde bebés prematuros hasta los últimos compases de la vida- y en situaciones y patologías tan variables como amputaciones, incontinencias, afectaciones del lenguaje y la deglución, procesos degenerativos, dolor o neuropatías. Además, la robótica y el uso de toxina botulímica están 'ayudando' también a que las rehabilitaciones sean cada vez más exitosas. Un 'paseo' por el cuerpo nos permite conocer las dolencias donde la rehabilitación es clave.

Los tratamientos rehabilitadores en este campo se basan en trabajar la plasticidad cerebral, es decir, en hacer trabajar y 'recordar' al cerebro capacidades que ha perdido. ¿Cómo se hace? Facilitando conexiones entre neuronas para el aprendizaje de las zonas afectadas.

Por ejemplo, en casos de personas que han sufrido daño cerebral (por ictus o por accidentes o tumores) y con niños que padecen parálisis cerebral -que causa problemas de movimiento, equilibrio y postura- se usan técnicas de fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia, por ejemplo. Y quienes sufren lesiones medulares del tipo que sean y que también tienen afectadas vías sensitivas, el aparato digestivo, urinario, la piel o la respiración tienen en la rehabilitación un gran aliado: los avances en robótica, que potencia la recuperación, unidos a la rehabilitación están cambiando el futuro de muchos pacientes.

Tal y como lo recalcan desde SERMEF, «el médico rehabilitador es quién coordina un equipo sanitario multidisciplinar, adecuado y formado específicamente para el manejo de pacientes: fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, enfermeros, neuropsicólogos, auxiliares de enfermería, técnicos ortopédicos...». Es decir, estos profesionales son como directores de orquesta.

Además de ejercicios terapéuticos indicados para cada zona del cuerpo y dolencia concreta (estiramientos, tonificación, ultrasonidos, aplicación de calor local, uso de toxina botulímica para relajar contracciones, actividad deportiva dirigida... ), la rehabilitación es muy útil de modo preventivo para evitar dolores, sobre todo los posturales, donde los 'reyes' son las molestias de espalda, muy recurrentes si no se fortalece la musculatura. Quienes padecen hernias y protrusiones mejoran muchísimo con rehabilitación preventiva, ya que se reducen los episodios de dolor.

• Temas
• OMS Organizacion Mundial de la Salud