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La que esto escribe consultó en una ocasión a su médico sobre una cuestión que le preocupaba.
– Mire, llamo porque me estoy midiendo la temperatura y tengo 34,9 en unos momentos, a veces 35... y quiero saber si esto es normal. Yo me ... siento bien, vaya.
– No, no puede ser, se la habrá tomado mal.
– No, lo he hecho varias veces y así es. Y, de hecho, suele ser así.
– Estará mal el termómetro.
– No, es que me la he tomado con dos diferentes.
– No, no puede ser, eso sería hipotermia. Algo tiene que estar equivocado en esa medición.
Y ya tampoco insistí más. El hecho es que ahora, escribiendo esto, vuelvo a hacer la prueba. Dos termómetros que funcionan y donde otras personas comprueban que están sobre los 36,5, vuelven a arrojar el mismo resultado. Son las once de la mañana y leo 35 grados en la axila, 35,1 en la boca. Lo hago varias veces, diferentes posiciones. Da igual. 35 grados. Como si cantara aquella famosa canción de Radio Futura, la de «37 grados y un montón de huesos», pero confundiéndome. Y me siento fenomenal, ¿eh? Espero no estar sola en esto, encontrar algún alma gemela de sangre fría entre los lectores. Lamento el uso de la primera persona, pero en este caso era necesario.
36,5 es la temperatura corporal media considerada 'normal'. Entre 36 y 37 es lo más habitual. Pero pueden llegar a darse registros por encima o por debajo. Lo importante, en cualquier caso, es que el paciente no dé señales de encontrarse mal.
«No es lo normal», explica el doctor José Manuel Ramos Rincón, médico internista y coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). «Porque lo normal, o habitual, es estar entre los 36 y los 36,5 grados, en torno a esa temperatura. Porque por debajo de 35 es considerada hipotermia. La cuestión en medicina es que el cuerpo no es perfecto, y unos con unas mediciones están bien y no presentan enfermedad y otros no. Por ejemplo, con la hemoglobina, hay quienes están por encima de 11,5 y otros con solo 10,7 se encuentran bien, porque su fisiología es así y no pasa nada. Hay un margen de normalidad y podemos estar por debajo o por arriba y no haber problema».
Y si se presenta alguna enfermedad grave, ¿la persona con una temperatura tan baja podría tener dificultades para enfrentarse a ella? «No –contesta el doctor–. Si partes de 35,7 grados, con 37,4 estarás fatal porque esa será tu fiebre». Y, en mi caso es así, realmente. «Mientras que otro, con esos mismos grados que a ti te afectan tanto se encontrará casi bien».
Porque, ¿cuál es el tope de fiebre al que podamos llegar? Dice Ramos Rincón que 'podemos' subir hasta 42. De todos modos, 39,5 ya es alta. «Pero en realidad la temperatura es solo una señal más, no es definitiva. Hay que fijarse además en cómo se encuentra el paciente, si está postrado o con tendencia al sueño, si tiene lesiones en la piel... El dato de la temperatura es solo uno más, y nos alarman más otros síntomas. Porque si tiene 40 pero solo le duele la cabeza, no pasa gran cosa. Mientras que otro paciente con esa misma temperatura puede tener dolor por todo el cuerpo y no poder ni ponerse en pie».
Volviendo a los 'reptiles', a los médicos les preocupa cuando el cuerpo baja de los 35 porque ahí está fijado el límite de la hipotermia. «Pero nos encontramos con personas que tienen su temperatura 'normal' en 35,7 y están genial, y a otras que la tienen fijada en 36 o 36,2 y que de repente bajan a 35,7 y se encuentran mal.Eso sería signo de que algo pasa. Pero si te encuentras bien con 35, siempre hablando de temperatura axilar, no hay problema».
Recuerda el doctor que lo habitual, y a lo que ellos siempre se refieren al hablar de fiebre en adultos es a la temperatura que se toma en la axila, «ya que cuando el termómetro se pone en la boca o en el culete, en el caso de los niños, siempre sube más, porque la cogemos del interior del cuerpo». ¿Y ahora que continuamente nos miden con termómetros de frente? Pues ahí suele dar siempre una medida inferior a la real porque es tomada desde el exterior.
Varios estudios han comprobado que la temperatura del ser humano está bajando. Hace siglo y medio, un médico alemán, Carl August Wunderlich, tomó un millón de veces la temperatura a 25.000 personas con buena de salud, para concluir que la media estaba en 37 grados. Un reciente estudio en Gran Bretaña sobre 35.000 personas, con 250.000 mediciones, arrojó que hoy se sitúa en 36,61. Otras investigaciones aportan resultados similares. Solo existen hipótesis sobre el porqué:quizá porque estamos en mejores condiciones de salud y no necesitamos luchar tanto contra las infecciones, por un mayor uso de antibióticos, y antiinflamatorios, porque con la calefacción y el aire acondicionado no necesitamos regular tanto nuestra temperatura...
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