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Son varias las actrices dicen utilizar suplementos de colágeno hidrolizado para mantener jóvenes sus caras famosas: Jennifer Aniston, Madonna, Cara Delevingne, Cameron Díaz... Pretenden ralentizar así el paso del tiempo en su piel. Ahora bien, ¿son sus efectos tan evidentes o hay que poner en ... entredicho su uso? Contesta a las dudas Javier del Boz, dermatólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga y vicepresidente de la sección andaluza de la Academia Española de Dermatología.
En teoría, los suplementos de colágeno podrían otorgar propiedades rejuvenecedoras, reduciendo las arrugas, mejorando la elasticidad e hidratación de la piel y dando lugar a cierto efecto de relleno. También se contempla una menor fragilidad cutánea en personas encamadas, mejor recuperación de la piel tras procedimientos agresivos como el láser y mejor cicatrización en general, protección frente a la pigmentación cutánea tras exposiciones al sol, mejoría de la celulitis, estimulación del crecimiento de las uñas...
En una revisión reciente publicada en 'International Journal of Dermatology', se analizaron 19 artículos científicos con más de 1.100 pacientes que usaron suplementos orales de colágeno hidrolizado, y concluyeron que su ingesta por 3 meses es efectiva en la reducción del envejecimiento cutáneo, de las arrugas, y en la mejora de la elasticidad e hidratación de la piel, con un efecto mantenido en el tiempo de uso de los suplementos. Aunque estos estudios son prometedores, tienen limitaciones que dificultan su comparativa y la extrapolación de resultados. Se usaron hidrolizados de diferentes fuentes, en distintas cantidades, con una duración y métodos muy variables. Además, en muchos casos, los suplementos iban acompañados de sustacias que también podrían tener efectos beneficiosos, como la coenzima Q10, vitamina C, ácido hialurónico… Por ello, para extraer conclusiones más fiables serían deseables nuevas investigaciones más completas. Y si se comprueban sus propiedades, lo siguiente sería hallar la pauta más beneficiosa, buscando el mejor origen posible de los hidrolizados (cerdos, pollo, marinos…), la cantidad diaria adecuada a tomar, la mejor fórmula…
El colágeno es la principal proteína estructural de los tejidos conectivos (incluyendo la piel), y su función principal es la de sostén, junto al ácido hialurónico y las fibras elásticas, entre otras. Con el paso de los años, esta red de fibras de colágeno presente en la dermis se va fragmentando; se generan metaloproteinasas, sustancias que degradan dicho colágeno y disminuyen la capacidad de los fibroblastos para crear nuevo colágeno, dando lugar a cambios estructurales y funcionales en la dermis que llevan a una reducción de volumen, pérdida de elasticidad, menor grosor de la epidermis, formación de arrugas y disminución en la capacidad de retener la hidratación. Los suplementos orales de colágeno podrían ser teóricamente útiles revirtiendo esta reducción en la síntesis de colágeno: una vez digeridos, serían metabolizados en el tracto digestivo (a dipéptidos y tripéptidos) y transportados por el torrente sanguíneo, y desde aquí se acumularían en diferentes tejidos, incluyendo la piel, incrementando la actividad de los fibroblastos de la dermis, que producirían colágeno, ácido hialurónico y fibras elásticas. Además se ha propuesto que estos suplementos podrían tener gran poder antioxidante, aunque no está claro cómo.
La gran mayoría de estos suplementos contienen hidrolizados de colágeno natural, es decir, que previamente se ha fragmentado mediante unos procesos químicos que usan enzimas. Puede obtenerse tanto de animales (escamas de peces, piel de cerdo, ganado vacuno, gallinas) como de vegetales (algas).
En los últimos años suele ser el preferido para la fabricación de los suplementos. Se obtiene de invertebrados como medusas, esponjas, pulpos… pero también de vertebrados como bacalao, salmón y otros peces y mamíferos marinos. Suele ser el preferido, ya que tiene bajo peso molecular (pequeño tamaño) y potencialmente origina menor reacción inflamatoria y contiene bajo número de contaminantes. Un 'pero' sería la posibilidad de contaminación con metales pesados.
El problema del colágeno que podemos obtener de la dieta reside en que este (a diferencia de los suplementos) no estaría hidrolizado, por lo cual su peso molecular, el tamaño, sería mucho mayor, lo cual dificultaría que pudiera ser absorbido por el organismo. Para que llegue a la piel, primero debe llegar al torrente sanguíneo, cruzando la barrera intestinal.
Este tipo de cremas parece tener un importante efecto hidratante, aunque es posible que su capacidad de penetración no permita que atraviese la epidermis hasta llegar a la dermis, donde podría desarrollar otros efectos beneficiosos. Nuevas formulaciones que incluyeran presentaciones liposomadas y la adición de otras sustancias podrían favorecer dicha penetración.
La especialista en medicina estética Mercedes Saenz de Santa María, de la Clínica Dermatológica Internacional, destaca que los estudios han llegado a «demostrar que la ingesta de colágeno hidrolizado mejora la elasticidad de la piel, los niveles de hidratación y la luminosidad. Lo que no está comprobado es que suponga una correlación directa con tener más colágeno en la piel». Para obtener resultados hay que tomar entre 2.500 y 10.000 UI de colágeno hidrolizado al día, durante al menos 3 meses. «Si puede ser, que venga acompañado de ingredientes como silicio, ácido hialurónico, zinc o selenio». El colágeno es una proteína muy grande que no puede ser absorbida por el sistema digestivo si no está hidrolizada ni tampoco atravesar la epidermis superficial. «Las cremas con esta sustancia generan una mínima 'película' protectora que aporta hidratación y sensación de jugosidad, pero nunca aumentará la cantidad de colágeno en la dermis más profunda».
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