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Si preguntan a la gente de qué color tiene los ojos, la respuesta en la gran mayoría de los casos será marrón, más oscuros o más claros pero marrones (y sí, en esta categoría también entran esos que presumen de ojos marrón verdoso, miel, avellana...). ... Se trata del tono de iris más frecuente en todo el mundo, seguido muy de lejos por el azul y, todavía más lejos, por el verde, que es el más raro. Sin embargo, existe un pequeño porcentaje de personas (6 de cada 10.000) que tiene los ojos de diferente color como, por ejemplo, la actriz norteamericana Kate Bosworth (iris derecho azul con una gran mancha marrón e izquierdo azulísmo) o el caso más famoso de todos, el del cantante ya fallecido David Bowie. «Este fenómeno se llama heterocromía del iris y, aunque es poco frecuente en los humanos, se trata de un rasgo muy habitual en perros y gatos», destaca como anécdota el doctor Javier Araiz, especialista en retina del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO). Estas son las respuestas a las dudas más frecuentes sobre la heterocromía.
Causas de la heterocromía
La primera pregunta es obligada, ¿por qué algunas personas tienen un ojo marrón y otro verde? «Las causas son múltiples. La mayoría de las heterocromías son congénitas. Es decir, aparecen desde el nacimiento y en la práctica totalidad de los casos se trata solo de un rasgo característico de los ojos de esa persona que no va más allá de la estética. Ahora bien, cuando el cambio de color es adquirido es muy importante consultarlo con un especialista, porque esa variación del tono del iris puede esconder una enfermedad importante: desde una uveitis a diferentes tipos de glaucoma, siderosis (depósitos de hierro acumulados en el iris) o incluso tumoraciones», añade el especialista.
Además de ciertos medicamentos (gotas para el glaucoma, por ejemplo) y los traumatismos oculares, otra de las causas adquiridas que pueden alterar la coloración del iris «y que no todo el mundo sabe» son los tratamientos que se aplican para el crecimiento de las pestañas, tan de moda en los últimos años. «No es que sean malos para el ojo, pero pueden cambiar su color. Es un efecto secundario que deben tener en cuenta sobre todo las personas que tienen los ojos claros porque pueden aparecer manchas oscuras en el iris», advierte el doctor Javier Araiz.
¿Qué define el color?
En un ojo normal y sano, su color viene definido por la herencia genética. Y su tonalidad depende de la cantidad y coloración de unas células llamadas melanocitos. La ecuación es sencilla: a mayor cantidad de melanina (pigmento), ojos más oscuros, y viceversa. «De esta manera, si los melanocitos se concentran en la superficie posterior del iris, el ojo será de color azul, mientras que si se distribuyen por todo el espesor del iris serán marrones», precisan en la Clínica Rahhal (Valencia).
¿Y eso de que los niños nacen con los ojos azules es verdad o un mito? «Es una realidad. Cuando uno nace tiene pocos melanocitos comparado con la vida adulta, por eso el color del iris de un recién nacido suele ser azulado o grisáceo. El tono definitivo se fija entre el año y los dos años», explica el especialista del ICQO.
Tipos de heterocromía
Hay tres tipos: completa, parcial y central. La primera es la más rara. «Lo que ocurre cuando una persona tiene los ojos de diferente color (marrón y azul; verde y marrón clarito...) es que el más claro no llegó a pigmentarse como debiera por falta de melanina. No suele estar asociado a ninguna patología y en la mayoría de los casos son ojos completamente sanos», coinciden los especialistas.
Por su parte, «la heterocromía parcial –más frecuente que la anterior– es aquella en la que la persona presenta dos tonalidades muy distintas dentro del mismo ojo», añaden en la clínica valenciana. Por ejemplo, el ojo derecho completamente azul y el izquierdo igual de claro, pero con una manchita marrón.
El último tipo, la heterocromía central, es la más habitual en humanos. En este caso, la parte externa del iris es de un color y la interna de otro. «El caso más común se da en los ojos verdes y pardos, donde ambas tonalidades se colocan en forma de anillos alrededor de la pupila», precisa la doctora María Acebes. Este tipo de heterocromías tampoco suele asociarse con enfermedades. En el caso de las adquiridas, «el ojo de color más oscuro suele ser el patológico».
Los caprichos de la genética
Puede resultar extraño, pero tiene una explicación biológica, que argumenta el doctor Juan José Tellería, secretario de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH) y profesor en la facultad de Medicina de Valladolid. «Si el tono de los ojos lo determinan una docena de genes, el resultado final dependerá de cómo se combinen esos genes. Tu padre recibió carga genética de tu abuelo y de tu abuela; y tú, a su vez, la recibes de tu padre y de tu madre. Si tu abuela paterna tenía los ojos azules y esos genes han tenido más peso en ti, heredarás el color de la mirada de tu abuela. Es como si esa carga genética hubiese estado 'escondida', ya que en tu padre no pesó tanto y sacó ojos marrones, pero vuelve a aparecer en el nieto».
LOS MÁS FAMOSOS
David Bowie
Es el caso de heterocromía más conocido. El cantante ya fallecido nació con los dos ojos azules, pero un enfrentamiento en el patio del colegio (que terminó con un objeto punzante clavado en su ojo izquierdo) cambió su mirada para siempre. Además, el traumatismo también le provocó la parálisis de los músculos de la pupila, por eso siempre aparecía con ella dilatada.
Kate Bosworth
La actriz norteamericana tiene heterocromia parcial. El ojo derecho es azul con una gran mancha marrón en la parte inferior del iris, mientras que el izquierdo es totalmente azul.
Jane Seymour
La famosa Dra. Queen también tiene una heterocromia parcial muy evidente.
Xavier Hernández
Al entrenador del Barça apenas se le nota. Su heterocromía es del mismo color (marrón), pero un ojo mucho más oscuro que el otro.
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