Y tú, ¿consultas todavía el Teletexto?

Si no sabe lo que es el Teletexto se está perdiendo una parte importante de nuestra historia. Es un lugar al que se accede pulsando un botón del mando a distancia de la televisión y que aparece en pantalla llenándola de colores primarios y secundarios, con imágenes y letras que parecen pixeladas, hechas a base de cuadrados. Quizá sea precisamente eso lo que pueda acercarlo a los más jóvenes, el que parezca sacado del videojuego 'Minecraft'. Toda la información a nuestro alcance a solo un clic, una especie de Internet primigenio: noticias nacionales e internacionales, deportes, el tiempo, la lotería... Lleva ahí 33 años, acaba de cumplirlos, cuando TVE emitió la primera señal. Y ya no ha dejado de estar a nuestra disposición ni un solo día. Como Florencio Nieto, la persona que lleva ahí desde aquel momento. Y sigue todavía.

«El 16 de mayo de 1988 comenzaron las emisiones regulares de la mano del ingeniero Antonio Tortosa», recuerda Florencio. Se trataba de una nueva tecnología que había que poner en marcha. La BBC había sido pionera, allí nació en 1972, aunque la cadena estatal británica cerró este servicio en 2012. En nuestro país, y pocos sabrán esto, recibió en aquellos primeros días el nombre de Telecinco, «pero la famosa cadena se adelantó al registrar el nombre y finalmente se quedó como Teletexto». «Era, y es, un periódico electrónico que se transmite usando la señal de televisión y que TVE incorporó como novedosa oferta informativa bajo la presidencia de Pilar Miró».

Un mes y medio antes de aquella fecha, Florencio, que había trabajado como comercial en Jaén para una conocida empresa de alimentos congelados, se presentó en Torrespaña tras haber superado unas oposiciones: «Entré a formar parte de una plantilla joven y entusiasta junto a viejas y reconocidas glorias de la casa para poner en marcha este servicio desde cero. Llegué como operador, para meter y actualizar datos, aunque en todo este tiempo he acabado haciendo un poco de todo en momentos puntuales si fue necesario. Entonces éramos 60 personas en la redacción, y hoy, con la automatización, quedamos 8. Profesionalmente, se abrió ante mí un mundo nuevo y fantástico que me permitió asistir, casi en primera línea, a sucesos que han marcado épocas y conmovieron al mundo, como la caída del Muro de Berlín, la Guerra del Golfo...».

Para Florencio han sido más de 12.000 ediciones sin faltar a la cita con sus espectadores. «Ni un solo día. Toda una vida… ¡media vida en mi caso!». En la que ha habido muchas anécdotas. El Teletexto tuvo chat durante una época. «Ahora hay 400.000 chats, pero entonces no, y la gente se relacionaba a través del nuestro, comentaban cosas. Hubo una pareja que se conoció ahí y cuajó. ¡Y nos invitaron a todos a la boda, como agradecimiento! No fuimos, claro, ja, ja, ja, pero fue bonito. Luego hubo que cerrar aquel chat porque ya se filtraba de todo».

No hay datos actuales sobre el número de espectadores del Teletexto, así que habrá que echar mano de los últimos recabados, en 2009; entonces eran más de 2,5 millones las personas que se conectaban a diario con el de TVE. Otras cadenas estatales y autonómicas también tienen los suyos, pero el de la televisión pública española es el más consultado (se puede ver también a través de la web de TVE). «Y no se han realizado estudios posteriores... Pero da igual el número de espectadores, para nosotros ellos siempre son lo primero», se enorgullece Florencio.

Llegados a este punto, puede que más de un lector esté sorprendido por esta historia, boquiabierto por que algo así haya sobrevivido al avance tecnológico, por cómo este escaparate multicolor y aparentemente tan básico permanece impertérrito ante los Google, WhatsApp, YouTube, diarios digitales... y mil cosas más. «Dar por sentado que todo el mundo tiene Internet o utiliza las nuevas tecnologías es un atrevimiento –asevera Florencio–. Muchas personas mayores, y no tanto, continúan consultando con nosotros los resultados deportivos, los programas de televisión… o miran si han sido agraciados con la ONCE o con cualquier otro sorteo. Y pueden ver, en un segundo, las principales noticias del día de nacional, internacional o deportes. El estado de las carreteras, la meteorología, la cotización en Bolsa, el resultado en directo de las elecciones… ¡Y muchas cosas más!». Claro, son 600 paginas de información.

El Teletexto tuvo épocas en las que marchaba tan bien que tuvo incluso publicidad. «Recuerdo al representante de una compañía aérea de relumbrón que se plantó en el despacho del jefe con un maletín cargadito de dinero porque quería poner a toda costa un anuncio en nuestras páginas y decía que nadie le contestaba al teléfono». Y tenía fieles tan famosos como el baloncestista Juan Antonio San Epifanio, Epi, quien reconoció haberse enterado por el Teletexto de la enfermedad de 'Magic' Johnson. El centenar de páginas dedicadas a deportes –desde la 200 a la 300– son las más consultadas, y entre ellas, la 202, dedicada a la Liga de fútbol.

Ha habido mucho 'feed back' entre espectadores y trabajadores del Teletexto. «Un hombre copiaba a mano todos nuestros especiales informativos, los que se publicaban sobre algún hecho puntual de actualidad, porque le gustaba hacerlo. Y estudiantes a los que les habían mandado hacer un trabajo sobre la Constitución y copiaban el nuestro, pero como lo habíamos quitado ya y no les había dado tiempo a terminar, nos llamaban para que lo colgáramos otra vez. Y a veces lo hacíamos, je, je, je».

–¿Hubo etapas malas?

– Buenas, regulares y malas, pero nunca muy malas, siempre hemos salido adelante. Con el avance de la tecnología, pudiera parecer que Teletexto ha caído en desuso. Nada más lejos de la realidad, nuestra oferta complementa al resto de medios informativos. Y se accede sin tener que levantarnos del sofá. Sin necesidad de fibra óptica, ordenador, tableta ni 'smartphone' con wifi.

– ¿Qué será del Teletexto?

– La situación ha cambiado, decir lo contrario sería negar la evidencia. Pero la inmediatez, el carácter gratuito y la facilidad de acceso es lo que continúa ofreciendo después de 33 años. ¿Vintage? ¿Sólo para frikis? ¿Obsoleto? Quizá. Pero hay mucha gente que lo sigue consultando, así que no creo que lo quiten, aunque lo vayan automatizando cada vez más. El tiempo lo dirá.

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