¿Y si alimento a mi mascota sin pienso?

Esta costumbre, ahora considerada anticuada, fue desplazada por la expansión de la industria del pienso para mascotas. Hoy, esta forma de alimentar a los perros y gatos de nuestro país es la que impera. Así lo demuestran los datos del Ministerio de Alimentación: los fabricantes de pienso para animales marcan, año tras año desde 2011, récords en producción. En España hay unas doce plantas de fabricación de comida para mascotas que facturan más de 1.100 toneladas por año, un crecimiento casi del 50% en una década.

Aún así, en la hegemonía de la alimentación animal se abren grietas. Es tendencia en las redes y en las consultas de veterinaria; en los círculos donde los amantes de las mascotas discuten qué es lo mejor para ellas se abren camino las teorías que ponen en entredicho la bonanza del pienso para abrirse a otro estilos de alimentación. Cocina casera, vegana, crudívora, paleo... ¿Le suena? Sí, del mismo modo que surgen tendencias en las dietas humanas lo hacen también en el mundo de las mascotas. Algo que tiene sentido si se tiene en cuenta que son considerados y queridos como un miembro más de la familia.

Manuel Lázaro, veterinario clínico y portavoz del grupo de mascotas del Colegio Oficial de Veterinaria de Madrid, reconoce que «hay cierta inquietud» presente en muchos dueños de animales hoy en día, algo que comprueba en consulta. «El fenómeno está basado en creencias más que en datos contrastados, de que la industria no lo hace todo lo bien que debiera. También crecen las sospechas sobre si el procesamiento al que se someten estos piensos es bueno o malo para la salud de los animales... Otras apelan a la 'naturaleza' del perro para darle todo crudo...», enumera. Pero lo cierto, opina este especialista, es que la alimentación a base de pienso es la única que asegura, de forma sencilla, que el animal reciba una alimentación equilibrada.

Esto, a diferencia de lo que parezca, no consiste en 'comer de todo'. Ni siquiera cuando una persona siente que 'come bien' come de forma estrictamente equilibrada cada día. «Los piensos tienen el aporte exacto de cada nutriente, vitaminas y minerales adaptado a las necesidades del organismo de cada mascota para contribuir a que crezca saludable», valora el citado portavoz veterinario.

Esta afirmación tiene su fundamento en «la evidencia» de que ahora perros y gatos tienen una esperanza de vida nunca vista. «Es cierto que antes vivían comiendo las sobras... pero ¿hasta cuándo y en qué condiciones... quizá no importaba tanto como ahora», reflexiona Lázaro.

Así, antes del 'boom' de la venta de piensos y otros productos para animales hace unas dos décadas, una mascota con diez años ya era «un animal viejo». Ahora, sin embargo, es frecuente que alcancen los 15 años. «Sin duda, el cambio en el modelo de alimentación tiene mucho que ver con esto», valora Lázaro. Junto a la esperanza de vida cita la calidad de vida... es decir, con menos enfermedades cardiovasculares, de huesos y sobre todo hepáticas y renales.

Esto último es lo que se puede desarrollar a la larga si no se le da al animal una dieta completa. De inmediato no se ven las consecuencias, pero sí con el paso de los años. Algo parecido a lo que sucede con las personas.

¿Se puede lograr esto con comida casera? Sí, «pero habría que suplementarlo con vitaminas y minerales supervisados por un veterinario, que además le hiciese un buen seguimiento al perro», valora Lázaro.

Si la dieta incluye verduras, cereales, proteína suficiente, mejor. Ahora bien, ¿es fácil lograr esto en el día a día? Más allá de esto, el experto reflexiona sobre si merece la pena y alerta sobre los peligros. «Hay un componente de seguridad importante a tener en cuenta porque hay alimentos tóxicos para las mascotas. El ajo crudo lo es por ejemplo para los gatos y otros como nueces, huevo sin cocinar, cebolla, las uvas, el chocolate, azúcares, etc. para todos», cita.

Sobre la seguridad a la hora de dar de comer al animal de compañía, capítulo aparte merece la moda de la dieta 'Barf', acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food, que consiste en solo dar alimentos crudos a los animales. Los defensores de esta corriente, popularizada por el veterinario australiano Ian Billinghurst, sostienen que los alimentos procesados no son lo que el perro fue programado para comer durante su largo proceso de evolución»; a diferencia de los alimentos crudos y naturales. Quienes practican esta moda pueden comprar carne cruda envasada en preparados para mascotas también.

¿Es adecuado? «Está claro que va a disfrutar más esa comida;que la reacción de un perro va a ser más favorable a comer este tipo de alimentos sin tratar porque para él es un bocado apetitoso y, ciertamente, se digiere mejor. Pero hay un riesgo de infección de microorganismos intestinales», advierte Lázaro, que ponen en entredicho las bonanzas de esta moda que apela a los instintos básicos, por ejemplo, de los perros. «Por ejemplo, se han descrito cuadros de infertilidad en perros, por ejemplo, que tienen su origen en infecciones bacterianas», cita el veterinario, quien opina que a la hora de poner ventajas e inconvenientes en una balanza, los piensos ganan.