Secciones
Servicios
Destacamos
Es posible que conozca la dieta de los cinco días, la militar y la de la Zona. La de Atkins e incluso la que siguen los 'ángeles' de Victoria Secret. De todas ellas hablan los medios de comunicación, pero si hay una que debería despertar ... nuestro interés es la denominada 'dieta planetaria', una propuesta para intentar frenar la crisis climática que amenaza nuestra forma de vida en la Tierra y que, al mismo tiempo, es saludable para el ser humano. La verdadera dieta 'milagro'.
Porque «existe evidencia científica sustancial que vincula las dietas con la salud humana y la sostenibilidad ambiental», afirma la página web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, donde hablan precisamente de la propuesta de la Comisión EAT-Lancet –una fundación global sin ánimo de lucro con el objetivo de transformar el sistema alimentario–, que reunió a 37 científicos de 16 países para desarrollar esa 'dieta del planeta'. «Sus argumentos son extraordinariamente sólidos y deberían obligar a actuar de forma inmediata», prosigue el Ministerio. Estamos hablando de poder llenar las bocas de los 10.000 millones de habitantes que tendrá la Tierra en 2050 con un planteamiento fundamentalmente compuesto por alimentos vegetales.
Todo queda concretado en el informe 'Alimentos, Planeta, Salud. Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles'. La primera página exhibe ya toda una declaración de intenciones: «El consumo mundial de frutas, vegetales, frutos secos y legumbres deberá duplicarse, y el consumo de alimentos como la carne roja y el azúcar deberá reducirse en más del 50%. Una dieta rica en alimentos de origen vegetal y con menos alimentos de origen animal confiere una buena salud y beneficios ambientales». ¿Un ejemplo? Una dieta sana y sostenible solo necesita de 300 gramos de carne a la semana, proponen, 50 gramos más de lo que consumimos en España... al día.
Fernando Valladares, profesor investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y una de las voces más autorizadas y reclamadas contra el cambio climático en España, reconoce que la 'dieta planetaria' es necesaria: «No es casualidad que lo que le sienta bien al planeta nos sienta bien a los humanos. La dieta planetaria es saludable y sostenible, y resulta de combinar conocimiento ancestral, investigación científica y sensatez».
Alba Santaliestra, la presidenta del comité científico de la Academia Española de Nutrición y Dietética, considera «crucial» que seamos conscientes de la necesidad de ir cambiando nuestra dieta:«La alimentación es uno de los factores clave, emparentado con seis de las diez principales enfermedades relacionadas con una elevada mortalidad. Pero es que, además, cómo nos alimentamos influye directamente en la salud del planeta, tanto por los recursos que se precisan para la producción, transformación y distribución, como por la influencia hacia las políticas alimentarias y de consumo claves para dirigir las estrategias a nivel mundial. Lograr el equilibrio entre nuestra salud y la salud del planeta es esencial para alimentarnos todos y no provocar un daño irreparable al medio ambiente que no tenga marcha atrás».
– ¿Cuáles serían los mandamientos de una dieta sana a la vez que sostenible?
– Debe basarse en un consumo de alimentos de origen vegetal como principales integrantes, en la que las verduras, hortalizas, cereales integrales, legumbres, frutas, frutos secos y aceite de oliva sean la base.
– ¿Y dónde queda la proteína?
– Debemos reducir la proteína de origen animal en favor de la de origen vegetal, como las legumbres. Carnes, pescados, huevos y legumbres deberían estar representados en igualdad de condiciones en nuestra alimentación semanal, entre tres y cuatro veces cada uno de estos grupos de alimentos. Y reducir el consumo de productos ultraprocesados, todos aquellos que en su lista de ingredientes tengan más de cinco.
–¿Ve viable la 'dieta del planeta'?
– Debemos tomarla como un propósito al que acercarnos cada vez más para lograr la salud global, la nuestra y la del planeta. Plantear un plato con las porciones indicadas para cada uno de los grupos es difícil de forma diaria y para todo el mundo, pero podemos plantearlo como un proceso integral en el que durante, por ejemplo, una semana se puedan alcanzar los objetivos. Y permite visualizar de forma gráfica cómo debería ser nuestra alimentación. Cualquier persona puede comprender las proporciones de forma sencilla. El 50% debe incluir verduras, frutas y hortalizas; un 25% deben ser cereales, preferiblemente integrales, que proporcionan el sustrato energético, y el otro 25% se distribuye entre los distintos grupos de alimentos que proporcionan una función estructural, como las proteínas de origen animal y vegetal.
– Hará falta mucha implicación de todos los gobiernos...
– Desde mi punto de vista, apoyado en la evidencia científica, es hacia dónde debemos ir todos. Es un gran reto que requerirá grandes esfuerzos a nivel político.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.