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Una serpiente de compañera de piso

Una serpiente de compañera de piso

Así se convive con una mascota exótica, una tendencia al alza en Europa

Viernes, 17 de julio 2020, 19:01

Kiko, Nazu, Indra y Jaime viven en Madrid. Los cuatro son compañeros de piso, aunque no al uso. Kiko es una pogona o dragón barbudo de nueve años, Nazu una serpiente pitón real de tres, Indra un varano australiano de cola espinosa de uno ... y Jaime un madrileño de 23 años. Todos ellos conviven, además, con dos gatos siberianos llamados Ron y Sira.

Son un clan peculiar, aunque en España cada vez es más común que los animales exóticos formen parte de la familia. De hecho, las estadísticas de 2018 publicadas por la Federación Europea de Alimentación de Mascotas indican que millones de animales exóticos se encuentran a día de hoy en hogares europeos como animales de compañía. En nuestro país, por ejemplo, más de cinco millones de aves, más de un millón de roedores y más de un millón de reptiles conviven con humanos.

Jaime, que ha realizado varios cursos de herpetología —rama de la zoología que se encarga del estudio de los anfibios y los reptiles— y sueña con dedicarse a ello, cuenta de la experiencia con sus mascotas que, «a diferencia de un perro o un gato, que comparten contigo toda la casa, estos bichos necesitan un espacio vital adecuado a sus necesidades, con la luz, la temperatura y el aspecto de su hábitat natural». Unos requisitos que parecen sencillos, pero no todo el mundo se los puede costear. Haciendo números, el joven calcula que el varano le costó entre 650 y 700 euros de base, incluido el animal y el terrario al completo. «Son especies caras y mantenerlas en las condiciones óptimas no es mucho más barato», expresa, empezando por la alimentación, que va desde el típico pienso hasta ratones, en el caso de las serpientes.

«Mis animales no son peligrosos, pero te atienes a que te peguen un bocado», advierte el dueño

Jaime (dueño de tres mascotas exóticas)

No hay que olvidar tampoco el riesgo de vivir con un animal salvaje frente a uno doméstico. «Mis especies no son peligrosas, pero siempre te atienes a que te peguen un bocado», advierte Jaime. «Cuando hablamos de animales venenosos —prohibidos en España— el riesgo se multiplica por cien, y también hay que tener mucho más cuidado con los animales grandes, como serpientes de más de dos metros», agrega. Asimismo, hay enfermedades que pueden desarrollar y transmitirnos por zoonosis que, si no conocemos bien las particularidades de la especie, nos pueden pasar desapercibidas y traernos complicaciones.

Sin embargo, algunos creen que el riesgo es mayor para las propias mascotas exóticas que para sus dueños. «Estos animales, al no ser autóctonos, tienen unas necesidades que mucha gente desconoce y eso influye en que desarrollen problemas de salud. Al menos es lo que más vemos en la clínica», explica Diana Corrales, veterinaria de la Clínica Exóticos, en Madrid.

Lo que puede llegar a sorprender es que los animales exóticos que más acuden a consulta son unos que estamos muy acostumbrados a ver: los conejos, seguidos de las aves (canarios, guacamayos, loros grises, rapaces) y los reptiles (tortugas de tierra y de agua, pogonas y serpientes).

«Las tortugas y algunas aves son muy longevas y pueden llegar a vivir 30 o 40 años»

Diana Corrales

«En los últimos cinco o seis años, se ha notado un aumento de la tenencia de estas mascotas en España como animal doméstico. Seguramente porque, aunque requieren unas condiciones especiales, no necesitan que se les dedique tanto tiempo como un perro, al que tienes que sacar a pasear tres veces al día», opina la veterinaria.

Aun así, el abandono también se produce en estos casos, por eso la especialista recomienda concienciarse con antelación de lo que suponen estos animales y de los años que viven. «Las tortugas y algunas aves son muy longevas y pueden llegar a los 30 o 40 años. Es algo a tener en cuenta antes de adquirirlas», destaca.

Eso y que el abandono, además de perjudicar al animal, puede dañar la biodiversidad nacional. Tanto es así que la invasión de especies está considerada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como la segunda causa de la pérdida de biodiversidad en el mundo. De hecho, la venta de pitones reales como Nazu está prohibida actualmente en España por este motivo. Que Jaime la pueda mantener se debe a que la compró antes de que se aplicase la normativa en 2019.

Lo mismo ocurre con otros animales como el famoso cerdo vietnamita, cuya expansión incontrolada ha provocado la aparición de una nueva especie: el cerdolí, una híbridación con jabalí que «supone un riesgo sanitario y medioambiental en el territorio nacional», según declaró el Comité Científico del Ejecutivo en 2016. A nivel legal, los requisitos para adquirir unas u otras especies varían. Algunos tan solo necesitan la documentación veterinaria reglamentaria, mientras que otros están bajo el control de normativas más exigentes, como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

Tráfico ilegal

Se calcula que, anualmente, el comercio internacional de vida silvestre se eleva a miles de millones de dólares y afecta a cientos de millones de especímenes de animales y plantas, pero gran parte de este dinero se genera a través del tráfico ilegal, ya sea de criaturas vivas o de partes de las mismas (cuero, pieles, madera). «En términos de delincuencia, es una de las amenazas más importantes a nivel global», destaca un documento del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.

La institución destaca que España es, fundamentalmente, un país de tránsito y destino en el tráfico de especies, aunque también existe tráfico desde nuestro país hacia otras zonas del mundo. Una de las prácticas más comunes de este tipo de tráfico es el blanqueo, que consiste en la extracción de chips de marcado a especímenes legales, una vez fallecidos, que se introducen en ejemplares ilícitos.

Sobre esto, Jaime se muestra completamente en contra pero opina que «siempre que sea dentro del marco de la legalidad y los cuides, los quieras y los respetes como necesiten, los animales exóticos son como cualquier otro animal de compañía».

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