«En Ispaster recogíamos cerezas y ayudábamos a amontonar la hierba»

- ¿Cuál recuerda como el verano más feliz de su vida?

- Cualquiera de mi infancia, en la localidad vizcaína de Ispaster. Nos juntábamos en la casa de mi amama con los primos de Madrid, que eran de mi edad. Allí conocí, cuando tenía tres años, a mi mejor amiga, Matxalen, que luego ha estado conmigo siempre, en los partos y cuando murió mi madre.

- ¿Qué hacían?

- Recogíamos cerezas, ayudábamos a amontonar la hierba... Me acuerdo de la tía Antoni, que cuando segaba estaba muy preocupada por que no nos acercáramos a la guadaña. Tengo grabadas las imágenes de ambas subidas a un carro, y luego, al anochecer, cuando íbamos a por la leche.

- Ya de adulta, ¿no tuvo ningún verano especial?

- Es que no los he tenido desde que me fui a estudiar. Un año cogí un mes de vacaciones y luego me costó reengancharme. Así que no lo he vuelto a hacer. Como mucho, tomo unos pocos días de descanso.

- ¿Cómo los pasa?

- Regreso a Ispaster y estoy con mis amigos de entonces.