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Zigor Aldama
Los gatos sí van al cielo, pero no en la bodega del avión

Los gatos sí van al cielo, pero no en la bodega del avión

Yuan Hu volaba de China a España y tuvo que poner a dieta a Erhui para que no superara los 8 kilos de límite exigido para viajar en cabina

Jueves, 12 de octubre 2023, 17:26

Ha vuelto a aparecer estos días en redes sociales la historia de Ángel, «una gata bengalí que viaja por el mundo con su familia», y su petición, acompañada de una foto del animalillo en brazos de una azafata. Este es el texto: «Recientemente (se refiere ... al año 2020) y debido a que dos animales murieron durante el transporte aéreo, uno de frío y el otro por el aplastamiento de su jaula por otros equipajes, Ángel ha comenzado una campaña para que todos los animales viajen en cabina, respetando a los pasajeros. El lema es justamente 'No somos equipaje, somos seres vivos'».

Ángel tiene suerte al menos de mantener su peso en 7 kilos, porque Erhui, un 'british short' de hipnóticos ojos verdes, pasó dos semanas a dieta para no superar los 8 de límite (contando el transportín) que la mayoría de aerolíneas que permiten mascotas en la cabina imponen a los animalillos para viajar junto a sus dueños -muchas no lo contemplan-. «En casa pesaba 7,9 kilos dentro de la bolsita, pero en el aeropuerto la balanza marcó 8 justos. Hubo alguna mirada extraña y sudores fríos, pero nos dejaron viajar con él. No sé qué habría pasado si nos hubiésemos pasado 100 gramos». Al final, Erhui voló, acongojado, pagando su tarifa de 120 euros. La ciudadana china Yuan Hu, su marido vasco y el gordito Erhui viajaron así de Sanghái a Bilbao, vía París, para instalarse definitivamente en Euskadi. No había otra solución que llevar al gato: 16 horas de viaje, más dos o tres de la conexión, y otra hora y media del vuelo corto. «Solemos viajar con Air France y da la casualidad de que esta compañía lo permite, aunque sea con ese límite de peso. De no ser así, hubiera buscado otra aerolínea».

Los veterinarios desaconsejan pasar por este trance (volar) a cualquier mascota. Pero, si no queda otro remedio, recomiendan llevarla en cabina, donde puedan estar tranquilas. Hay animales que tienen problemas añadidos, como los perros bulldog, que por su peso de adulto, unos 20 kilos, están obligados a ir en la bodega, donde podrían estar expuestos a temperaturas demasiado frías, perjudiciales para ellos. Además del estrés por el ruido de los motores y el olor. El viaje también puede provocar a las mascotas depresión, diarreas, malestar... De ahí que si no se puede viajar junto a ellas es mejor dejarlas en un hotel para animales de compañía o a cargo de alguien de confianza.

Desorientado

«Los gatos son muy sensibles -explica Yuan-, llevan muy mal los cambios y los viajes. Me parece injusto que porque un perro o gato se pase de 8 kilos tenga que ir en la bodega. Son seres vivos y se debería habilitar espacio para ellos en cabina, aunque sea poniendo límite al número de mascotas por vuelo. Y que viajen juntas en una zona con sus dueños, para molestar lo menos posible». Ya en vuelo, la pareja, que llevaba a Erhui bajo el asiento delantero o sobre las rodillas, abría la puertecita del transportín de vez en cuando para acariciarle y tranquilizarle, y él sacaba la cabecita... «Pero lo pasó muy mal en el despegue y con las turbulencias, maullaba mucho. Al llegar estuvo desorientado una semana y perdió un kilo ya en Bilbao, aunque también fue por el cambio de casa», dice Yuan, que señala que, en Mongolia, águilas y otras especies de cetrería pueden viajar en un asiento junto a sus dueños.

Aerolíneas que permiten volar con perros y gatos de hasta 8 kilos en cabina son Air Europa, Iberia, Air France, Vueling, Alitalia, Norwegian y KLM. Iberia exige no superar los 8 kilos con bolsa y cobra entre 40 y 180 euros según el destino. Air Europa permite hasta 10 kilos con transportín (50-175 euros) y Vueling ponía el tope en 10 hasta hace unas semanas, pero lo bajó a 8, prohibiendo, además, animales en bodega.

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