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Dentro de unos años en los supermercados sobrarán estanterías y carros. ¡Y aún así, venderán más! Esto que parece una contradicción no es tal. «La tendencia del futuro son lineales coquetos y con pocos productos. Nada de colocar setenta champús, uno al lado de ... otro. Habrá seis u ocho de marcas diferentes, pero solo un ejemplar de cada uno», avanza Juan José López Marañón, psicólogo experto en marketing. Y explica el mecanismo. «Cada champú llevará un código de barras, igual que ahora, y el cliente, en lugar de ir con un carrito de la compra llevará un lector de códigos, con el que irá eligiendo los productos que quiera». Clic, clic, clic...
Como hacer la compra 'online' pero con la ventaja de poder ver y tocar el producto, que después se devolverá a una estantería minimalista que se parecerá más a «un escaparate» que a los abigarrados lineales de los supermercados de hoy. «La idea de ese modelo es que se compre más. Al no ver físicamente lo que vas metiendo en el carro no sabes si llevas veinte productos o cuarenta», ahonda el especialista.
Y apunta a otra tendencia del sector que ya se está probando a modo de experiencia piloto en algunos supermercados de Francia y que va encaminada a agilizar el pago en caja. Tanto se agilizará, que se hará solo. «El carro con los productos comprados se pasa por un arco que 'lee' todos los códigos de barra de lo que ha comprado el cliente y te hace la suma. El pago se realiza luego con el móvil», explica López Marañón.
Estos modelos tan modernos no se van a implantar mañana ni el año que viene, «pero en cinco o diez años empezaremos a ver cosas parecidas», vaticina el experto.
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