Borrar
LAURA RICO
Alquilar ropa, juguetes... en vez de comprar

Alquilar ropa, juguetes... en vez de comprar

Es una opción más sostenible, sobre todo si se arrienda muchas veces, porque frena el gasto que supone generar nuevos artículos

Viernes, 12 de noviembre 2021, 18:56

Cómo combinar el gusto por ir a la moda y estrenar prendas de forma frecuente con la sostenibilidad, con el cuidado del planeta? La situación ideal sería que fuéramos capaces de ir disminuyendo nuestro consumo de ropa, teniendo en cuenta que en este sector nos mostramos especialmente consumistas, solo hay que echar un vistazo rápido a nuestros armarios, demasiado llenos. Pero la alternativa de alquilar ropa –y otros productos– en vez de comprarla, aparece en el horizonte como una ayuda nada desdeñable. Son ya varias las empresas que se dedican a arrendar prendas de uso diario en nuestro país (las de eventos festivos llevan mucho tiempo entre nosotros). Y empiezan a surgir las que ofertan juguetes.

Celia Ojeda es doctora en Biología y portavoz de Greenpeace: «Cualquier opción que esté por encima de generar nueva ropa, por el incremento que tiene en CO2, emisiones de gases de efecto invernadero, uso de materias nuevas y gasto de energía, así como las emisiones añadidas por el transporte, cualquier cosa que sea no generar nueva ropa, es mucho más sostenible. Reparar ropa, reutilizarla o prestarla, comprarla de segunda mano o estas empresas que alquilan son opciones que reducen las emisiones de CO2 'per sé'».

Sobre las críticas que puedan hacerse en cuanto al gasto de energía y emisiones de gases que supone el transporte para llevar las prendas de la empresa a casa y luego devolverlas... «Efectivamente, cuanto más eficiente sea el transporte de esa ropa alquilada, más sostenible será ese modelo de negocio, pero es cuestionable comparar una empresa cuyo producto ya ha emitido menos, porque no se ha generado nuevo, con otras solo por este tema del transporte. Vale que este deba ser más eficiente, bien a través de un punto de recogida o de transporte en bicicleta, o en cuanto a sus envases, que sean más reutilizables. Como con cualquier empresa. Pero la sostenibilidad va en el todo y la ropa de segunda mano es más sostenible».

Añade la experta que este es un modelo alternativo que «fomenta la economía circular y es una opción para luchar contra la crisis climática y revertir el modelo consumista». Aunque algunas de esas empresas apuesten por promocionarse precisamente incidiendo en esa posibilidad de estrenar más prendas, de cambiar... «Una de las razones por las que la gente compra más y más moda es, precisamente, por ir a la moda, luego si tú puedes cambiar de ropa y no siempre llevar la misma sin tener que comprarla pues es una manera de acercarse a un tipo de consumidor que busca eso, cambiar o tener ropa nueva pero con una parte sostenible. Son empresas dirigidas a un target muy diferente de las personas que compran ropa de segunda mano o al peso. Estas tendencias de segunda mano, reparación, alquiler... están poniéndose de moda. Ahora bien, lo que habría que indagar sería cuántas veces meten ropa nueva a ese armario de alquiler; si la compran solo una vez al año pues es mucho más sostenible que si lo hacen una vez a la semana. Y tener en cuenta cuánto alargan la vida de esas prendas, si están dando vueltas años hasta que se rompe o degrada, y qué hacen después con ella, si la revenden, la reutilizan, la donan...».

¿Cómo funciona?

Mercedes García y Raúl González dieron forma a finales de 2018 a Ecodicta (ecodicta.com), que ofrece un «armario circular» donde se puede alquilar ropa todos los meses y devolverla en 30 días para recibir un set diferente. Proponen tres modalidades: tres prendas al mes por 39,90 euros, cuatro por 45,90 o cinco por 49,90. Al principio, era una web muy sencilla con solo un centenar de prendas, y de ahí fueron creciendo poco a poco: «Hemos visto mucho cambio en este tiempo y creemos que la sociedad va tomando conciencia sobre las consecuencias de su consumo y de cómo pueden cambiar el mundo introduciendo nuevos hábitos en su día a día y en su forma de consumir». La idea surgió mientras trabajaban en México: «Vimos que existían modelos similares en Estados Unidos, y lo quisimos adaptar a nuestra idiosincrasia».

Cuentan en la actualidad con 253 socias, justo lo que tenían antes de la pandemia: «Hasta ese momento estábamos creciendo mucho, pero la pandemia ha supuesto un duro golpe. Ahora vemos que la economía se va recuperando y, poco a poco, negocios como el nuestro se ven recompensados al apostar por nuevas formas de consumo y por disfrutar la moda cuidando el planeta». Trabajan en toda España, excepto en Ceuta, Melilla y Canarias. «La mayor parte de clientas se concentran en Madrid, Cataluña y Euskadi; «suponen el 80% de los pedidos, sobre todo de las grandes ciudades».

«No queremos renunciar a la moda, expresión cultural y social, pero lo suyo es hacerlo de forma sostenible»

Informan de que las modalidades más elegidas son la caja de 3 prendas, seguida de la de 5, aunque permiten que las clientas puedan cambiar de suscripción cada mes. «Tenemos acuerdos con más de 60 marcas españolas de moda sostenible y unas 50 más en 'stock'. Aquirimos la ropa directamente a las compañías y así apoyamos la compra local. También a marcas de lujo internacionales, e intentamos que nuestro armario se renueve con las características que nos van pidiendo las clientas, porque al final esto es un armario compartido y lo que queremos es que nuestras socias disfruten la moda a tope».

Múltiples beneficios

Los beneficios de alquilar ropa son «múltiples», a juicio de Raúl González:«Permite rotación de prendas si lo necesitas por trabajo, supone ahorrar dinero, posibilita disfrutar más la moda, probar nuevos estilos sin compromiso y descubrir nuevas marcas, te hace ser sostenible y no comprar ropa para acumular en el fondo del armario... Y es cómodo que cada mes te lleguen a casa prendas elegidas con ayuda de la estilista y sin tener que ir a tienda. En definitiva, permite disfrutar de toda la moda cuidando el planeta».

Aun así, algunos esgrimen que es poco ecológico en cuanto al envío de la ropa, por las emisiones de CO2, y que a lo que habría que aspirar es a rebajar nuestras ansias por estrenar en un mercado en el que nos hemos dejado llevar por el 'hiperconsumismo':«El envío de prendas es nuestro mayor caballo de batalla –responde el responsable de Ecodicta–, pero algunos estudios opinan que el 'ecommerce' es más sostenible que ir a una tienda porque mantener un local deja mucha huella y todo el mundo tiene que ir allí, desplazarse, muchas veces en coches particulares. En cambio, una sola furgoneta electrónica repartiendo es más sostenible».

Alquilar ropa

  • La Modateca Desde 30 euros al mes, tienes una serie de puntos para alquilar prendas. Puedes ir a recogerlas in situ o recibirlas en tu casa.

  • Ouh lo là Desde 5 prendas alquiladas por 12 días a 49,90. Contestas a un cuestionario y los estilistas de la tienda te confeccionan una caja con la ropa adecuada.

  • Pislow Por 39,99 euros al mes en el plan más básico, alquiler de 3 productos.

  • Pantala «Tú decides en cuántos meses quieres pagar tu prenda. Disfrútala antes de decidir si quieres comprarla».

  • SKFK Renting La empresa SkunkFunk te permite alquilar prendas por separado por el tiempo que necesites.

  • Ecodicta Tres prendas al mes por 39,90.

Alquilar juguetes

  • Time for Toys Para niños y niñas de entre 1 y 7 años. Desde 36 euros, alquilados durante dos meses.

  • Kidalos Dos juguetes cada dos meses a un precio mensual de 12,90 euros.

Por otra parte, sostiene González que hay un lado de la moda que es «expresión cultural y social a la cual no queremos renunciar. Amamos la moda, nos gusta probar 'looks', descubrir marcas, ir únicas, cambiar de aspecto... y lo suyo es hacerlo de la manera más sostenible posible».

Aporta sus cifras: de media, el público objetivo de Ecodicta gasta al año 638 euros en moda, lo que, informa, representa comprar 13 prendas, y según sus cálculos esto conlleva una huella total de 200,07 kilos de CO2 equivalente por persona. «Por contra, teniendo en cuenta la cantidad de ropa que tiene Ecodicta y sus usos, el ahorro de CO2 de una prenda alquilada en nuestra web es de 12,43 kilos. Esto quiere decir que si las prendas alquiladas en Ecodicta se hubieran comprado, tendrían una huella unitaria de 15,39 kilos de CO2, pero, gracias a este modelo de negocio innovador, se consigue reducir esta huella a 2,96 kilos por prenda».

El responsable de la empresa Ecodicta aporta aún más cálculos para despejar dudas: llevar una de las cajas de ropa al mes durante un año conlleva una huella de 142,08 kilos de CO2. «Si en vez de alquilar esas prendas, el consumidor hubiese comprado las 13 prendas estimadas durante ese año, el impacto sería de 200,07 kilos. Es decir, el modelo de negocio de Ecodicta permite ahorrar el 29% de la huella de carbono y disfrutar de 35 prendas más».

Los niños tardan entre 1 semana y 3 meses en olvidar sus juguetes

La empresa Kidalos (kidalos.com) nació al observar «montones de juguetes olvidados en casa», explican sus responsables, las gemelas catalanas Vanesa y Andrea Enríquez. «Una de nosotras tiene un sobrino pequeño con una habitación con cajas llenas, y nos dio qué pensar. ¿Cómo podríamos evitar este consumo poco apropiado? ¿Y si en vez de llenar la casa de juguetes encontramos la manera de tener siempre nuevos y hacerlo de forma sostenible?». Empezaron a dar forma al proyecto a principios de 2021, después de las Navidades y de volver a observar el «sobreconsumo estacional y excesivo que se hace con estos artículos para olvidarlos al de un tiempo». En concreto, los niños tardan en olvidarse de un juguete entre 1 semana y 3 meses, explican.

Acaban de arrancar esta iniciativa pero ya tienen 50 familias suscritas, también alguna escuela. Las hermanas Enríquez valoran «el montón de ventajas, tanto para las familias como para el planeta que tendría sacar adelante el denominado 'juego circular': en vez de comprar, usar y tirar o dejarlos olvidados el funcionamiento es circular, pues reciben los juguetes en casa, los utilizan el tiempo necesario y después los disfruta otro niño. Alargamos así la vida de estos artículos y al reutilizar un juguete reducimos la emisión de C02. Nuestro propósito es asegurar el mejor juego y desarrollo para los críos del presente sin comprometer las necesidades de los niños del futuro».

Destacan el efecto «sorpresa y la ilusión» que se prolonga a lo largo de todos los meses, «evitando la monotonía», además de ir adaptándonos a las nuevas etapas de desarrollo. Dicen que así se «democratiza» el acceso a juguetes más caros y que supone un ahorro para las familias de entre el 60% y el 70%.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias Alquilar ropa, juguetes... en vez de comprar