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Ciencia en píldoras ·

El volante puede alcanzar una velocidad extraordinaria

Domingo, 25 de abril 2021, 00:05

El bádminton es un deporte de raqueta poco conocido en España a pesar de haberse hecho olímpico en Barcelona, ser uno de los deportes más antiguos y populares en el mundo y, actualmente, ser referencia mundial una española. Se dice que nació en la antigua ... Grecia y en China. Sin embargo, la versión actual fue importada por los ingleses de la India y extendida a todo el planeta. El reglamento se hizo en 1887 y el primer campeonato mundial se celebró en 1977. Al principio dominaron europeos y americanos, pero pronto el dominio pasó al sureste asiático, aunque hoy, en mujeres, una española oscila entre el número 1 y 3 del ranking mundial. La federación internacional integra a 160 países y, en el mundo, lo practican unos 200 millones de personas. No se juega con pelota, sino con el llamado volante o pluma, una semiesfera de goma circundada en su base por 16 plumas (la falda). Hay dos tipos de volantes, el de plumas naturales que siguen prefiriendo los jugadores profesionales y los sintéticos. Es un deporte muy completo que, como veremos, requiere potencia, agilidad y rapidez.

El volante puede llegar a alcanzar velocidades iniciales de hasta 330 km/h; no existe ningún deporte de pelota en donde se alcance esta velocidad. La posibilidad de jugar con esta velocidad inicial se debe a que tiene un coeficiente balístico pequeñísimo, es decir, un arrastre extraordinariamente alto y, como consecuencia, exhibe la mayor desaceleración en vuelo de todos los deportes aerotransportados. Su velocidad se reduce casi 10 veces, a 36 km/h, en solo 0,6 segundos. Como se puede intuir, las características aerodinámicas de los volantes son diferentes a las de todos los demás deportes de raqueta. Además, generan una trayectoria compleja a pesar de ser casi parabólica. Los estudios experimentales aerodinámicos de los diferentes volantes permiten a los jugadores ver la trayectoria de vuelo y, así, regular sus golpes. Por ejemplo, cómo golpear el volante para que descienda, casi en vertical, al final de la cancha.

Pero a nivel teórico aún quedan flecos por aclarar, por ejemplo, el mecanismo por el que adquiere una alta resistencia en vuelo. Los experimentos se realizan en los túneles de viento. En el túnel se miden las fuerzas aerodinámicas y se visualizan los flujos con el fin de investigar la relación entre las fuerzas de los fluidos y el comportamiento de los flujos que rotan, como un remolino, alrededor del volante en función de la velocidad del viento, el diámetro del faldón y la viscosidad cinemática (viscosidad de un fluido en movimiento). También se estudian los efectos de la deformación del faldón y el comportamiento del volante con y sin rotación. Además, está el efecto del flujo de aire que pasa a través de las ranuras que se encuentran en la base del faldón de plumas. Este flujo provoca, dentro del faldón, una región de baja presión que induce una diferencia de presión entre barlovento y sotavento de la parte frontal del volante. Todos estos efectos influyen en el movimiento complejo del volante y determinan el tipo de golpe a dar.

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