«Tener Medicina sería un impulso clave para el Instituto Biosanitario de excelencia en León»

Con normalidad, y esperemos que siga así como otros años. Ha habido un incremento de alumnos de nuevo ingreso y los grados que hemos incorporado en mi etapa como rector de Podología y Nutrición humana y Dietética o el de Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial están siendo un éxito de demanda, se han llenado y estamos muy contentos en ese sentido. En otros grados clásicos como Minas estamos teniendo más problemas. Por mucho que digamos que hay demanda de estos graduados y más actividad para los profesionales que hace diez años es difícil cambiar la mentalidad.

Unos comentarios totalmente fuera de lugar. Siempre digo que estos casos son un problema de educación. Siempre va a haber alguien que se pase de la raya y eso no puede ser de ninguna manera, no se puede permitir. Creo que van a tomar medidas, se tienen que tomar.

Está regulado. Ahora las novatadas se hacen de otra manera, la sociedad ha cambiado, pero no puedes evitar que a veces alguien se pase y es lo que tratamos de evitar. En general ha ido bien los últimos años y este curso no tiene por qué ser de otra manera.

Reivindicamos siempre. El año pasado fue la primera vez que dijimos públicamente y ante la consejera que íbamos a pedir el grado y este año que asiste el presidente Fernández Mañueco lo volveremos a hacer. Seguiremos insistiendo como hemos hecho todo el año, mandando informes y toda la documentación que han pedido. La Junta lo sabe de sobra.

No entiendo esta reticencia a que se ponga una facultad de Medicina mientras se abre una de Farmacia en una universidad privada de Castilla y León. Es un tema que tarde o temprano tal y como está el panorama de plazas a nivel nacional se tendrá que solucionar. No se puede seguir incrementando el número de alumnos de ingreso en las facultades que ya hay. Si un grado se diseñó para cien alumnos, ¿cómo va a tener ahora 200? Tendrán que optar por otras soluciones, por eso pedimos la facultad.

No lo sé, supongo que al dinero en primer lugar. Poner una facultad de Medicina requiere edificios, instalaciones... en el BOE se recoge que los alumnos que más cuestan por grado son Veterinaria y Medicina. Claro que cuesta pero ya tenemos algunas instalaciones como el Hospital o atención primaria. Ahora los terrenos tienen que urbanizarse para la facultad. Propusimos el edificio San Antonio pero es un problema porque está protegido, e hicimos un proyecto para levantar un edificio en el propio campus.

Es un grado que tiene las connotaciones sociales que tiene. Estamos trabajando junto con la Junta para instalar un instituto de investigación biosanitario de excelencia como hay en Salamanca o Valladolid avalado por la Fundación Carlos III de Madrid. En León tenemos biotecnología, todos los grados relacionadas con el área sanitaria, institutos de investigación... pero si hay una facultad de Medicina, hay un mayor potencial para poder desarrollar muy bien este proyecto que directa e indirectamente incrementaría el trabajo, los medios y el personal de la Universidad de León y de la provincia.

Varias cosas que dicen no son ciertas. Hablan de un convenio que no se ha llevado a cabo. Entre otras cosas, piden un sexenio de formación. Las universidades dijeron que en esos seis años tendría que haber 120 horas de formación. Ellos dijeron 20 y dije que por ahí no pasaba. Se ha bajado a 40 o 50 horas y no se mueven. ¿Eso es mucho? Respecto a la discriminación que sienten respecto a los funcionarios, tampoco hablan de la compensación que tienen los laborales en la prima de jubilación, que es más generosa que la de los funcionarios. Claro que hay diferencia, pero habría que hacer un balance. Además, habría que ver si esa protesta es representativa, porque los PAS son más de 300 y en las elecciones sindicales ha habido un 10% de votación más o menos. Yo les contestaré donde les tengo que contestar, en el consejo de gobierno, en las mesas de negociación y en el claustro.

Los últimos meses los encaro igual que hasta ahora, no me relajo. Uno de los balances más positivos que hago es el de las promociones internas que ha habido y en cuanto a profesorado que hemos resuelto una de las situaciones más delicadas que nos encontramos que es el tema de las jubilaciones. Hemos salvado la brecha con promoción para los profesores ayudantes doctores, hemos incrementado ayudas a equipos de investigación para favorecer las condiciones y se ha incorporado gente joven a la universidad bien preparada. Se han creado contratos predoctorales propios, aumentado el número de catedráticos, han salido 200 plazas de ayudantes doctores y se han hecho convocatorias a profesorado de excelencia. También se han multiplicado los proyectos internacionales, pasamos de hablar de 100.000 euros en 2015 a hablar de millones.

En infraestructuras hemos reformado todos los edificios, ya hemos licitado el nuevo centro de multiusos y casa del estudiante cuyas obras comenzarán en breve. El campus de Ponferrada está totalmente renovado. A nivel personal, destaco la oficina de transferencia de la investigación, que ha abierto la Universidad a las empresas con muchos convenios. Parecen cosas pequeñas pero al final hacen que el presupuesto de la universidad de León pase de 90 millones a 125 estos años.

Me hubiera gustado que el instituto de investigación que abrió agroalimentarias hubiera cuajado. Y también que hubiéramos podido atraer no solo a gente joven sino también a más investigadores senior. Pero más o menos todo lo que fui planteando, como las acreditaciones de todas las facultades, se ha ido consiguiendo.

Con toda seguridad. Si no está todavía ha sido culpa mía que nos hemos retrasado en temas de administración. Pero ahí -señala su mesa- está su expediente. Lo sabemos desde hace un año y es seguro.

Lo ven siempre muy negro. Los que consiguen becas para un contrato predoctoral son los mejores. Y tienen contratos de 1.000 o 1.100 euros. Esto no puede ser. Cuando estuvo en León el ministro Subirats lo hablamos. Los minsiterios de Ciencia y Universidades están separados y depende de los dos. Igual en León un doctorando puede vivir con mil euros pero en Madrid o Barcelona no. En los últimos años se ha incrementado y el cuarto año de beca cobran 1.400, ese ha sido todo el logro. Claro que es algo vocacional, pero la gente tiene que vivir y esto no puede ser así. La carrera desde becario hasta tener una plaza estable es muy larga, yo lo hice, pero tienes que ver un poco la luz al final, y se tiene que poner herramientas para que así sea.

Estamos de acuerdo en que hay que hacer cambios, adaptar los tipos de profesores. Ese proceso solo en la ULE cueste más de tres millones de euros y ¿dónde está el dinero? Dicen que progresivamente se irá incorporando al 1% del PIB pero no tenemos noticias ni siquiera para este año. Estamos en lo de siempre, debemos hacer cambios pero ¿cómo lo vamos a hacer si cuesta ese dinero? Además la Junta y el Estado no se ponen de acuerdo en si ese uno por ciento es autonómico o estatal, y nosotros al final estamos en el medio.