La segunda vida de los libros

En varios puntos de recogida que tienen como epicentro la propia Facultad de Educación del Campus de Vegazana los leoneses pueden llevar esos libros de literatura infantil y juvenil que ocupan espacio en las estanterías y desvanes de las casas y que aguardan a ser de nuevo leídos por niños.

Lucía García es una de las alumnas que forma parte del proyecto puesto en marcha por primera vez y que espera, pueda repetirse otros años. Desde luego implicación de alumnos y sociedad en general no ha faltado. Por el momento son más de 400 libros los que se han recogido, y esperan superar los 500 antes del fin del proyecto el 18 de enero.

A partir de ese día comenzarán a catalogar los libros para crear lotes diversos que los propios alumnos llevarán a varios Centros Rurales Agrupados de la provincia como el CRA de Castrocalbón, el de Jiménez de Jamuz y el de Puente de Domingo Flórez.

«Normalmente las bibliotecas de estos centros rurales suelen ser mucho más reducidas que las de los colegios urbanos», explica Lucía, que justifica así el destino de unos libros que tienen como fin «que todos los niños puedan acceder a un mayor fondo bibliográfico y tengan la oportunidad de acercarse a la literatura infantil y a más historias».

A través de las redes sociales dan a conocer su iniciativa, que ha superado todas las expectativas. «El otro día llamaron a un compañero de un punto de recogida para que fuéramos a por los libros porque había demasiados», cuenta Lucía, que ejemplifica así el éxito del proyecto.

Inmersos en los exámenes de la primera convocatoria, los alumnos se despedirán definitivamente de la asignatura y del proyecto el 18 de enero, cuando han programado una actividad en el Centro Cívico de Las Ventas. «Recogeremos más libros, expondremos el proyecto y haremos dramatizaciones, cuentacuentos y actividades de animación a la lectura», señala Lucía, al tiempo que recuerda que el proyecto nace «desde el convencimiento de la que lectura y los libros son portales a nuevas dimensiones de entretenimiento y empatía».

Libros que viajarán así desde los desvanes de los leoneses a las bibliotecas de los colegios rurales para que siga volando la imaginación.