Un artículo publicado en la plataforma de difusión científica 'The Conversation' por Raquel Leirós Rodríguez, profesora del Área de Fisioterapia de la Universidad de León (ULE), del que también es autora Ánxela Soto Rodríguez, del Servicio Gallego de Salud (SERGAS), ofrece valiosos consejos para dormir ... bien, entre los que destaca la importancia de generar adecuadas rutinas de sueño, evitar el consumo de estimulantes como la cafeína y la nicotina antes de acostarse, limitar la exposición a pantallas brillantes, y elegir un colchón y almohadas adecuadas desde la perspectiva de la fisioterapia y la ergonomía.
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El texto comienza explicando que el sueño es «una parte esencial de nuestra vida diaria y desempeña un papel crucial en nuestra salud y bienestar». Sin embargo, la calidad del sueño puede verse influenciada por diversos factores, y la ciencia ha identificado varios aspectos que pueden favorecer un sueño reparador.
Para comenzar, las autoras del artículo aconsejan tener un 'patrón saludable de descanso', con rutinas como fijar una hora para acostarse y otra para despertar, lo que ayuda a regular el reloj interno del cuerpo o ritmo circadiano.
Algunas de las recomendaciones parecen no tener discusión posible, ya que parece lógico que sea positivo que la estancia en la que vamos a descansar tenga un ambiente adecuado, con oscuridad, una temperatura que nos permita estar cómodos, y ausencia de ruidos molestos. Ya se ha apuntado el efecto negativo de estimulantes como café y tabaco o, y lo negativa que puede ser la exposición a pantallas brillantes.
En cuanto al ejercicio físico, «lo que hacemos justo antes de acostarnos, -explican-, afecta al descanso nocturno, pero también influye nuestra actividad el resto de la jornada», y se insiste en que la actividad física regular durante el día puede mejorar la calidad del sueño, aunque es importante evitar realizar ejercicio intenso justo antes de acostarse, «ya que puede tener un efecto estimulante».
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Otro de los factores que se citan en el artículo es la siesta, costumbre muy española que cuando es muy prolongada o cercana a la hora de acostarse puede perjudicar el descanso nocturno. Lo aconsejable es que sean cortas, de entre 20 o 30 minutos como máximo.
Conviene prestar atención a la alimentación, que desempeña un papel importante en la calidad del sueño. «Evitar las comidas pesadas y picantes antes de acostarse, -se señala en el artículo-, puede ayudar a prevenir molestias digestivas que dificulten el sueño. Además, ayuda a dormir el consumo de una dieta equilibrada y variada que incluya alimentos ricos en triptófano, como lácteos, huevos, nueces y plátanos»
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