La Ule, premiada en el XXV Certamen Nacional de Edición Universitaria

El acto de entrega de los premios, que se celebró ayer en el campus de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha, conmemoró también el primer cuarto de siglo de estos galardones y contó con la presencia del Vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad de la Universidad de León (ULE), Ramón Ángel Fernández Díaz, que acudió a la ceremonia acompañado por el Director del Área de Publicaciones, José Manuel Trabado Cabado.

José Manuel Trabado, explicó que en esta edición participaron 238 obras en 12 categorías. «Se trata de un importante reconocimiento a la novedad abierta desde la ULE, -comentó-, al dedicar una colección de forma exclusiva al estudio del cómic y la ilustración, algo que no existía en el panorama editorial universitario, lo que supone un espaldarazo a la innovación».

Los premios han celebrado en esta edición 25 años reconociendo los mejores libros publicados por las universidades y centros de investigación españoles en distintas modalidades. En este cuarto de siglo, 200 obras han sido premiadas por los jurados constituidos cada año, de los que han formado parte periodistas, críticos culturales divulgadores científicos, editores independientes, escritores, pensadores y gestores culturales. Su principal objetivo es promocionar el libro universitario entre la sociedad, y en la actualidad constituyen una cita ineludible para los editores universitarios como atestigua el número de candidaturas que cada año se presentan y que en esta edición han alcanzado el récord de 238.

El libro editado por la ULE que ha sido premiado nació de la curiosidad por cómics que podemos llamar 'experimentales' en cuanto al lenguaje y la forma: obras que de alguna manera se separan conscientemente del discurso y formato habituales del medio. En las páginas de la obra se analizan los protocolos de lectura en los cómics, prestando especial atención a las distintas lecturas alternativas que el cómic ofrece, especialmente la lectura holística, la lectura translineal y la lectura multilineal.

El lector descubrirá así cómics que utilizan formatos nuevos o emplean el soporte tradicional del libro de manera innovadora, con páginas dobladas, desplegadas o recortadas; cómics, en definitiva, que proponen una lectura interactiva más allá del simple paso de las páginas.

De esta forma se reconoce la frecuentemente olvidada materialidad de los libros como objetos manipulables, así como el necesario acercamiento interdisciplinar al estudio de los cómics, pues además de la teoría de la historieta se exploran aquí conexiones con campos de los estudios literarios como la historia del libro, la literatura infantil, la literatura experimental, los libros de artista y los libros infantiles.