«Era necesario recuperar sonidos e imágenes para poner en valor la tradición del ramo»

El proyecto que presentó a la convocatoria de las becas RALBAR y por el que fue seleccionado junto a otros once estudiantes de entre 24 propuestas presentadas, consistía en recoger información, documentos gráficos y audiovisuales en las comarcas del Jamúz y la Valdería, sobre la costumbre de ofrecer el ramo en las festividades de las localidades.

«En prácticamente todos los pueblos que rodean a La Bañeza se han conservado muchísimas, entre ellas la de cantar el ramo, pero nunca se ha estudiado en profundidad ni se ha hecho un trabajo de campo riguroso para documentar la ceremonia en cada pueblo», explica José Luis de las Heras que lamenta el hecho de que muchas veces «se tiende a generalizar y es un error, pues cada lugar tiene unas características específicas». Muchas de esas ceremonias se están perdiendo por la despoblación y una sociedad «cada vez menos interesada en estos temas. Por ello creo que era conveniente ponerse manos a la obra, recorrer todos los pueblos, preguntar a sus vecinos cómo era o sigue siendo la tradición en cada lugar y hacer públicos los resultados, creando un archivo que esté disponible para todos en una página web específica».

La implicación de los vecinos de las comarcas de Jamúz y Valdería ha sido completa en el desarrollo del proyecto «y esto es de agradecer sobre todo teniendo en cuenta las diversas circunstancias en las que encontramos a los informantes, desde regando el huerto, atendiendo a los animales domésticos, o con toda la familia en sus casas ya que era tiempo de vacaciones». En otras ocasiones las reuniones tuvieron lugar en plena calle y hasta allí se acercaron muchos vecinos para transmitir su sabiduría. A los encuentros se sumaron conferencias que también han sido muy bien acogidas como ocurrió con la primera de ellas, en Quintana del Marco, con un centenar de asistentes.

José Luis de las Heras Alija lleva desarrollando su proyecto RALBAR –dotado con una beca de 860 euros al mes- desde el 1 de julio y concluirá el 31 de agosto, dos meses de trabajo intenso que califica de «muy buena experiencia». Una etapa de labor estival que le ha permitido no solo conocer «gente increíble» sino también aprender mucho sobre «cómo hacer trabajo de campo, manejar algunas herramientas digitales y a hablar delante del público».

Y si ha de hacer balance se queda con los buenos ratos con los informantes, y «la satisfacción de haber impedido que la tradición oral no se pierda con ellos», al tiempo que se muestra muy satisfecho al ver cómo muchos jóvenes se implicaban en el proyecto, sin olvidar la ayuda de algunos amigos como David Álvarez, Javier Casas, Darío Álvarez, Alejandro González, Pablo Suárez o Javier García.

La cara opuesta ha sido «as prisas con los procedimientos previos, la mala conexión a internet, y la falta de implicación de algunas personas», concluye De las Heras quien incide en que su proyecto tiene carácter dinamizador del medio rural porque «evita que las tradiciones de cada pueblo caigan en el olvido, gracias a su difusión para que sean conocidas y recuperadas, despierta el interés de la juventud por este patrimonio inmaterial y supone una interesante actividad cultural para los pueblos de estas comarcas».

Las becas RALBAR, desean fomentar que los jóvenes se impliquen en la búsqueda de opciones para un desarrollo sostenible en los entornos rurales y, a la vez, adquieran una conexión emocional con ellos, concibiéndolos como lugares en los que poder desarrollar proyectos laborales y vitales. La Universidad de León (ULE), con la colaboración de la Fundación Banco Sabadell, convocó este año la primera edición de estas becas consistentes en la realización de prácticas extracurriculares estivales en municipios rurales de la provincia de León, destinadas a la ejecución de proyectos de dinamización territorial que contribuyan a activar estos espacios social, económica o culturalmente, en colaboración con empresas, entidades o instituciones locales.