Hismecon inicia sus excavaciones en un nido de ametralladores de la Guerra Civil en Matallana de Torío

El departamento de la facultad de Filosofía y Letras de la institución leonesa ha iniciado las labores en las trincheras que la guerra dejó en este enclave de la montaña central. Así, tras haber trabajado en San Emiliano durante el verano pasado, este equipo da un paso más en su iniciativa de crear un inventario que incluya todas las fortificaciones localizadas en la provincia de León.

Las labores de investigación de esta nueva localización se desempeñarán en Cueto Salón, también conocido como Coto Salón, una zona conocida por sus fortificaciones de la guerra, que serán el objeto del trabajo de este equipo. Concretamente centrarán sus investigaciones en una posición del bando republicano en el conocido como Frente de León o Frente Norte. « Se trata de una estructura fortificada denominada nido de ametralladora, identificada exteriormente por una inscripción que incluye un nombre propio: 'Benigno', un símbolo: 'hoz y martillo', una fecha: 'II-VIIII-MIXCXXXVII', así como la frase 'VIVA LA REPÚBLICA ESPAÑOLA'», explican desde Hismecon.

El nido de ametralladoras que se está excavando está construido con hormigón armado, «toda una hazaña logística por situarse a una cota elevada» (1.520 m s. n. m.). Tiene planta circular, de 4 m de diámetro. El acceso se sitúa hacia el Norte y en la parte Sur-Oeste posee dos troneras rectangulares abocinadas hacia el exterior.

Este asentamiento blindado para arma automática se construyó con el objetivo de cubrir el flanco este del valle de La Carmonda mediante fuego de flanqueo sin embargo, la investigación dirigida por el arqueólogo Javier Llamazares González y por el historiador Javier Revilla Casado plantea la teoría de que no llegó a utilizarse. «Sería una obra tardía ya que justamente en dichas fechas se produjo la ofensiva del ejército sublevado sobre el Frente Norte, cayendo definitivamente toda esta zona republicana el 21 de octubre de 1937», indican. «Por ello, no es descartable que el nido de ametralladoras de Cueto Salón ni siquiera llegara a entrar en combate».

Tras esta excavación arqueológica quedará completamente visitable, ya que hasta ahora a su interior apenas se podía acceder gateando por estar colmatado por más de 70 cm de rellenos posteriores a la Guerra Civil.